Gracias a la viñeta de Andrés Rábago El Roto que publicó El País el pasado 20 de octubre, que presenta una silla sobre la que se abre un periódico con un titular que reza en letras mayúsculas “TEMOR ANTE UNA POSIBLE OFENSIVA DE PAZ”, dedicada como está a Ben Shahn , he conocido la obra de este artista lituano que se afincó en los Estados Unidos (1898-1969), y el cuadro original en el que está basada la viñeta.
Se trata de una témpera o pintura al temple sobre papel pintada en la primavera de 1940 y actualmente en el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago, en la que se ven dos hombres sentados en una silla, uno a la izquierda, con sobrero y mirando al frente, y otro a la derecha, de perfil y con las piernas cruzadas, sosteniendo entre ellas un ejemplar de un periódico, con una silla vacía en medio sobre la que reposa otro ejemplar del mismo periódico abierto con el curioso titular en letras mayúsculas: DEMOCRACIES FEAR NEW PEACE OFFENSIVE! (Las democracias temen una nueva ofensiva de paz).
Las democracias temen una nueva ofensiva de paz, Ben Shahn, (1940)
La pintura, de índole realista, está basada en una fotografía neoyorquina tomada por el propio pintor en la que se inspiró, retratando el clima que se respiraba durante la Depresión en la ciudad norteamericana. Solía
Ben Shahn utilizar sus fotografías -también era fotógrafo- como material para sus pinturas.
Esta foto, tomada a mitad de los años 30, de dos hombres sentados en una calle de la ciudad de Nueva York con un periódico entre ellos sirvió de base para su cuadro Las democracias temen una nueva ofensiva de paz (1940), en la que Shahn altera sutilmente el titular del periódico que entrevemos que era DEMOCRACIES FEAR NEW WAR OFFENSIVE (Las democracias temen una nueva ofensiva de guerra). Estamos en el período de entreguerras, y este detalle, aparentemente insignificante de sustituir la palabra WAR (guerra) por PEACE (paz), es quizá lo más significativo de toda la composición: Lo que temen las democracias, que son los regímenes de gobierno que comenzaban a imponerse en Occidente por aquel entonces, no era una “ofensiva de paz”, expresión que se contradice y que aparentemente resulta un oximoro, sino una ofensiva de guerra. Pero no se trata de un lapsus linguae, sino de aplicación de la dialéctica heraclitana de la coincidentia oppositorum: Lo que temían las democracias occidentales es que se descubriera que la guerra era la paz, y que la paz era la guerra.
No en vano el sabio de Éfeso, que nos dijo que la realidad gustaba de ocultarse, había escrito que Guerra era el padre de todas las cosas.
Llamar paz a la guerra (o guerra a la paz) es como llamar vida a la muerte (o viceversa), es ver cómo los contrarios no sólo se complementan, sino que no son tan contrarios.
Viene la viñeta de Andrés Rábago El Roto, reproduciendo el motivo central del cuadro de Shahn, a atacar la creencia de que disfrutamos de paz al decirnos “TEMOR ANTE UNA NUEVA OFENSIVA DE PAZ”, porque lo que temen los regímenes actuales -las democracias, que decía Shahn, en las que se confunde ya el Estado que intenta la globalización con el Capital globalizado- es la ofensiva de paz, porque estamos, aunque no lo parezca, en guerra constantemente, en guerra permanente, en una guerra que se alimenta de señalar a unos amigos y a otros enemigos, configurando, como dicen los periodistas para minimizar su alcance, conflictos generacionales, sexuales, de clases sociales, nacionales... que habitual- e irónicamente pasan desapercibidos como guerras porque consideramos que forman parte de la paz. Y las guerritas que hay ahora, como la de Ucrania o la de Israel y tantas otras, que no son nada todavía en tanto que llega y no llega la tan temida como deseada III Guerra Mundial, sólo sirven para mantener el engaño de que esto que llamamos paz no puede ser una guerra de verdad porque esa sería la otra, la de la "realidad", la que nos echan por la tele y nos venden como tal.
Lo mismo que la existencia de las cárceles sirve para que creamos los que estamos por ahora fuera de ellas que gozamos de libertad, la existencia de estas guerras sirve para que creamos que esta falsa paz que tenemos es la paz verdadera de verdad.