Un día te encuentras bien y al día siguiente te ves afectado y diagnosticado asintomáticamente de la terrible y muy letal Enfermedad Equis, aún inexistente.
Tenemos que estar preparados para salvar a la humanidad de la próxima pandemia, dice la Organización Mundial de la Salud, que sabemos que va sin duda a suceder.
La guerra está a las puertas, pero se nos presenta
torticeramente como defensa de la paz; nunca antes el dios Marte había
osado camuflarse así y transfigurarse.
España
deja de aplicar, según el mandato de la OTAN, el Tratado sobre Fuerzas
Armadas en Europa que ponía límite al armamento que se podía poseer.
El reino de España subvencionará la guerra de Ucrania suministrándole armamento por un valor de mil cien millones de euros, una ayuda militar sin precedentes.
La
libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres
dieron los cielos; y es, por el contrario, el mayor mal que pueda venir
el cautiverio.
Aplican al turismo el adjetivo de "sostenible" y lo repiten hasta la náusea cual mantra tibetano para que no parezca, por arte mágica, lo que es: in-soportable.
Cuando pidas una cita médica o necesites una operación quirúrgica y te den fecha para dentro de un año, recuerda a qué fines destina el gobierno tus impuestos.
Parafraseando a Ignacio Castro Rey viene a cuento decir: "La promesa constante de un futuro radiante, que está a la vuelta de la esquina, tiene el efecto casi automático de desanimar lo común de los sentidos, olvidándonos de lo que tenemos delante. Mañana, mañana, mañana. Siempre el futuro como gran coartada para no ver ni atender al hoy. Mañana de eficacia evanescente, pues entonces nadie recordará la promesa hecha ayer. Y esto gracias a otro mañana, el siguiente. A falta de vivir se pretende que el personal o los clientes aspiren". Y como ya dijeran otros: Aspiren y se adapten como zombis mientras se les administra la muerte.
ResponderEliminarSabias palabras. Gracias.
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