sábado, 1 de junio de 2024

El discurso del Rey

    El discurso del Rey de España, que publica por escrito la Casa Real en su página güeb, en el almuerzo oficial ofrecido al presidente de Ucrania en el Palacio Real de la villa y corte no tiene, se mire por donde se mire, desperdicio. 
 
    Después de rendirle la pleitesía de darle la bienvenida al sátrapa ucraniano (o ucranio, como prefiere el Periódico Global), el monarca le dice que es para él un honor poder dirigirse “a quienes continuáis defendiendo la soberanía, la libertad y la democracia de vuestra patria, Ucrania, ante la brutal agresión armada de Rusia.” ¿Soberanía, libertad y democracia? ¿Qué son Ucrania y Rusia sino dos nombres propios y no comunes de dos estados constitucionalmente en guerra contra sus respectivos pueblos en primera instancia, y el uno contra el otro, en segunda y no menos importante, porque la esencia misma del Estado en general y de los estados en particular es la guerra, tanto interna o civil como la externa que se basa en el ataque y en la legítima defensa del contrataque?
 
 
     A continuación le dice, leyendo el discurso que otros han escrito para que él lo lea, repleto de falsedades: “Desde hace más de dos años el mundo entero es testigo del heroísmo, la entrega, valentía y resistencia del pueblo de Ucrania, de su Gobierno, y de sus Fuerzas Armadas.” El heroísmo, la entrega, valentía y resistencia del pueblo de Ucrania a que hace alusión el monarca borbónico son sinónimos eufemísticos de su sacrificio en aras de un Gobierno, alentado por otros gobiernos, como el norteamericano y el británico, que exige a sus súbditos que den su vida por la realidad ideal de su país, enfrentándose así a la potencia que les hace sombra sin tener ellos que intervenir directamente.
 
     En ese momento el Rey de España, hablando en nombre de todo el reino, le dice al títere de Guásinton que seguirá contando con la realidad ideal de España durante el tiempo que sea necesario, entrenando a miles de soldados ucranianos para morir y recibiendo la ayuda material para que Ucrania “pueda continuar ejerciendo su derecho a la legítima defensa. Esta ayuda ha incluido carros de combate Leopard, vehículos acorazados, sistemas de defensa antiaérea HAWK, y munición de artillería de diverso calibre, entre otros suministros diversos como material sanitario y de protección.” De todo ello se ha hecho obsceno alarde en Oviedo el pasado fin de semana celebrando el Día de las Fuerzas Armadas. El apoyo español que promete el rey se basa en el firme principio de “el rechazo al uso de la fuerza armada en las relaciones internacionales”, por lo que le promete que la ayuda material de España se mantendrá hasta que cese ese ataque “no sólo contra Ucrania, sino contra la Comunidad Internacional en su conjunto”. 
 
 
    Es decir, se considera el ataque ruso contra Ucrania no como algo particular, sino como una agresión contra la Comunidad Internacional, en la que está incluida España, no faltaba más, que se siente herida en su amor propio como ofendida damisela. Y lo mejor de todo el discurso es este párrafo contradictorio en sus términos: "El apoyo a Ucrania tiene un objetivo claro: lograr la paz en el país. Una paz integral, justa y duradera, para lo que es esencial la retirada completa, inmediata e incondicional de todas las fuerzas rusas del territorio de Ucrania dentro de sus fronteras internacionales."
 
    Solo le faltó decir al monarca borbónico a propósito de Rusia y de su malvado zar aquello del matón callejero: Si no lo hace por las buenas, tendrá que hacerlo por las malas.
 
    Se le llena y se le hace agua la boca al Rey de las Españas, triste vasallo de Guásinton, hablando de paz una y otra vez, paz justa, y fomentando la guerra: "Señor Presidente, sepa que España apoya plenamente los objetivos y principios de su Fórmula para la Paz, la única propuesta que se basa en el respeto al Derecho internacional y a la Carta de Naciones Unidas. Juntos, señor presidente, trabajaremos sin cesar para que la paz que tanto merece y necesita su pueblo se consiga cuanto antes, para que todos los ciudadanos ucranianos puedan vivir seguros y protegidos, sin temores ni amenazas". 
 

    El retrato del Rey ha costado 88.000 euros del erario público, o sea, catorce millones seiscientas cuarenta mil novecientas sesenta y ocho de las antiguas pesetas (14.641,968), para que yo me aclare. Hay que reconocer que refleja bien lo que es la monarquía del siglo XXI: un ejecutivo moderno con traje y corbata sentado en una silla a modo de moderno trono, que no hace nada más que posar para el pintor, Hernán Cortés, considerado, según el Periódico Global, uno de los mejores retratistas del panorama pictórico español.

 
    Sepa, Su Majestad, que las naciones (Ucrania, España, Rusia... y todas las demás de la Comunidad Internacional esa que menciona) son el resultado de las guerras, de la misma forma que las guerras son el resultado de la existencia  de esas naciones que han establecido fronteras donde no las había para que hubiera guerras y naciones como las que ustedes rigen (España y Ucrania). Y la verdad es que son mentira, aunque por desgracia no dejen de existir en la realidad. Pero denunciando su falsedad acaso -nadie lo asegura, pero por si acaso- podamos lograr que deje de haber guerras y naciones, reyes y presidentes como ustedes, reinos y repúblicas porque los únicos reinos que hay, como nos enseñaban en la escuela de pequeños, son el animal, el vegetal y el mineral, y los únicos reyes y reinas somos todos y cada uno de nosotros: los animales, vegetales y minerales, sin ninguna jerarquía, sin que nada ni nadie sea más ni menos que nada ni nadie.      

2 comentarios:

  1. Cuando pidas una cita médica o necesites una operación quirúrgica y te den fecha para dentro de un año, recuerda a qué fines destina el gobierno tus impuestos.

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  2. Estos dias nos recuerda Agamben que esa fantasmática Unión Europea es un "mero acuerdo intergubernativo entre Estados, un pacto entre estados que sólo afecta al derecho internacional", y para el que se levantan simulacros haciendo que "el llamado parlamento europeo que se va a elegir no sea, en verdad, un parlamento, porque carece del poder de proponer leyes, que está enteramente en manos de la Comisión europea", y "la única apariencia de unidad se consigue cuando Europa actúa como vasallo de los Estados Unidos, participando en guerras que en modo alguno corresponden a intereses comunes y menos aún a la voluntad popular. La Unión Europea actúa hoy como una sucursal de la OTAN (que es a su vez un acuerdo militar entre estados)". De ahí que la simulación y el espectáculo sea también el principal sosten de las instituciones estatales con sus monarcas, figurantes y demás aparataje político para entretener y gobernar con animosidad zelenskyana y variada coreografía a sus poblaciones respectivas.

    https://artilleriainmanente.noblogs.org/?p=3160

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