domingo, 11 de agosto de 2024

¡Ojo al gorila!

    En 1952 publicaba Georges Brassens su álbum "La mauvaise réputation" (La mala reputación), en el que incluía una canción que sería de las más conocidas y celebradas: "Le gorille". Entre nosotros la han cantado en castellano Joaquín Carbonell, Eduardo Peralta, Antonio Selfa, cuya interpretación se ofrece más abajo, y Javier Krahe y Joaquín Sabina, entre otros. También son muchas las versiones en otras lenguas: en griego, en inglés, en alemán, en hebreo, en polaco o en italiano, como la de Fabrizio de André. 
 
    La canción "El gorila"' de Georges Brassens narra que un gorila escapa del zoo, desatando el pánico entre las mujeres que inicialmente lo contemplaban con curiosidad lasciva, y que huyen enseguida espantadas, salvo una octogenaria, que se siente halagada al descubrir que alguien la desea todavía. El gorila, que no ha conocido hembra y está cachondo, no sabe a quién elegir entre la anciana y un juez que se le presenta, y elige como objeto sexual al magistrado, que se siente ridiculizado porque ha sido tomado él, que encarna la ley y el orden,  como una mona, y el gorila lo sodomiza tras unos matorrales. 
 
    El juez grita, en la última estrofa, "Mamá, mamá", pidiendo clemencia inútilmente, como el hombre al que él había ajusticiado ese mismo día. 
 
Antonio Selfa canta El Gorila de Brassens en versión de Agustín García Calvo.
 
     Aunque cuesta imaginarlo, Georges Brassens castró, por propia iniciativa, a su 'gorila', amputándole la última estrofa a la versión original, como confesó a Emmanuel Pierrrat y Aurélie Sfez en la anécdota que recogen en su libro "100 canciones censuradas " (ediciones Hoëbeke/Radio France éditions). 
 
    En la versión original, no grabada en el disco, la canción acababa aconsejando a los magistrados que cambiaran de profesión si no querían bajarse los pantalones y tener que ofrecer sus cuartos traseros a un gorila... Por miedo a la censura, Brassens practicó la autocensura, pero sin embargo no se libró de sus garras, dado que aun así se prohibió la radiodifusión en todas las emisoras francesas de la canción, no tanto por su contenido pornográfico, sino sobre todo porque se oponía a la pena de muerte cuando en Francia todavía estaba vigente, donde no sería abolida hasta 1981. 
 
 
    He aquí la última estrofa que compuso Brassens y que le faltaba a la canción que grabó y que conocemos: Nous terminerons cette histoire / Par un conseil aux chats-fourrés / Redoutant l'attaque notoire / Qu'un d'eux subit dans des fourrés. / Quand un singe fauteur d'opprobre / Hante les rues de leurs quartiers / Ils n'ont qu'a retirer la robe / Ou mieux à changer de métier. / Gare au gorille! 
 
   Me permito traducirla aproximadamente así: Acabaremos esta historia / con un consejo al tribunal / que teme la ofensa notoria / que un juez sufrió en un matorral. / Cuando un simio con dos cojones / ronde por su jurisdicción / o se bajan los pantalones / o bien cambian de profesión. / ¡Ojo al gorila! 
 
    Así suena la canción francesa completa, como hubiera querido grabarla Georges Brassens, con la última estrofa incluida.  


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