Un comunicado del Partido Inexistente denuncia la intención de la Comisión Europea de fomentar y manipular el voto juvenil ante la convocatoria de elecciones al parlamento europeo que se celebrarán, si nada ni nadie lo impide, cosa poco probable, Dios mediante, en junio del año en curso recién inaugurado.
La Comisión Europea quiere que los jóvenes voten, pero como muchos de ellos no saben qué votar y algunos optan razonablemente en consecuencia por no hacerlo, a un cráneo privilegiado se le ha ocurrido hacer un llamamiento a la la bellísima cantante norteamericana Taylor Swift, persona influyente del año según una conocida revista, como reclamo electoral a fin de que, aprovechando que en primavera andará por estos pagos del viejo continente dentro de su gira de promoción, haga un llamamiento a sus numerosos seguidores, los suiftis, para convencerlos de la importancia de depositar religiosamente su voto en una urna, porque la participación de la juventud es crucial para el sostenimiento del sistema democrático de dominio vigente, votando en los comicios comunitarios, y, last but not least, haciéndolo correctamente como Dios manda, es decir, votando a las opciones democráticas, ya sean neoliberales o sean ya socialdemócratas, da igual.
Son conscientes en las altas instancias de dicha Comisión de que esta cita es especialmente delicada por el ascenso de la extrema derecha en varios países europeos, y podría salir el tiro por la culata, como suele decirse, si esos jóvenes desencantados de la política democrática de que disfrutan acudieran a votar y, seducidos por los cánticos de sirenas, votaran a la bicha.
La susodicha y atractiva cantante ya lo hizo en su propio país y su llamamiento fue un éxito relativamente rotundo -porque todo es relativo en la tierra del Señor. En septiembre pasado, en efecto, Taylor pidió a los seguidores de su generación que se registraran para votar en los comicios presidenciales de los Estados Unidos, y de golpe y sopetón se apuntaron 35.000 personas en el censo, y también les pidió, no menos importante, que no votaran a Donald Trump, que no salió. Allí es imprescindible solicitar la inscripción en el censo para poder votar, no como aquí que incluyen a toda la ciudadanía mayor de edad salvo error u omisión.
Para echar a Trump, les dijo, de la Casa Blanca, había que alojar a otro inquilino, en concreto, a Joe Biden, solución que al fin y a la postre ha resultado igual o peor que el mal que se pretendía remediar. Ya hemos visto cómo nos ha ido y cómo nos va, y cómo se ha hecho verdad aquello que dice la gente de que “otro vendrá que bueno me hará”, con el demócrata Joe Biden fomentando el belicismo democrático y echando leña al fuego en Ucrania, en Israel y por doquier.
Pues no estaría mal que la Taylor se lo quitara de la cabeza (shake it off!). No está bien eso de contarles a los jóvenes que van a verte y oírte cantar el cuento de que tienen que votar y de a quién tienen que votar. Pero no me extrañaría nada que lo hiciera, vendida ya como está la superventas.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Luis. Estoy de acuerdo contigo: los que más venden son los que más SE venden en el mercado.
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