domingo, 1 de enero de 2023

¡In-feliz Año Nuevo!

    Es tradicional felicitar en esta fecha el Año Nuevo a familiares, amigos y conocidos deseándoles prosperidad y que se cumplan todos sus sueños, nada más nefasto, por cierto que esto último, porque lo bueno de los sueños es que no lleguen a realizarse nunca porque, si lo hacen, dejan de ser lo que eran: sueños, y se convierten en algo peor: realidad. Sobre ello, ya sacamos una entrada en Odio el Año Nuevo, que a lo mejor no está mal que se relea por si acaso, que nunca se sabe, sirve para algo.


    Solemos hacer mucho ruido cuando llega esta fecha, y celebrar las últimas campanadas del año viejo -algunos se atragantan comiendo uvas al ritmo que marca el reloj- con confeti multicolor, petardos y fuegos artificiales, sonido de cláxones y brindando con burbujas de cava por el año nuevo, metiendo mucho ruido y deseando que, efectivamente, sea una novedad y no lo que sabemos que va inevitablemente a ser: la eterna repetición de lo mismo como siempre.

    No voy a decir que me ha sorprendido la viñeta de Flavita Banana que publicó El Periódico Global el día 27 de diciembre de 2022, adelantándose a esta fecha, porque no es más que una vulgar imitación de otra que corre por la red desde hace años y cuya autoría no conozco, pero que aquí hemos alguna vez también utilizado. En la viñeta de Flavita, cinco planetas giran en torno del Sol. Se distinguen, por su anillo, a Saturno, por su diminuto tamaño y órbita más corta a Mercurio, también a la Tierra que con notas musicales y destellos luminosos multicolores dice: "¿¿Lo veis?? Cada vez que paso por aquí, lo mismo".

 

        Mucho más sencilla es la que considero original y más antigua, que presenta sólo al Sol y a la Tierra, que está describiendo su órbita. El Planeta Azul exclama de pronto, como está mandado: "¡Feliz Año Nuevo!" Y es aquí el Sol el que dice algo inteligente: "No entiendo por qué hacen tanto alboroto cada vez que pasan por ahí".

    Hay un meme en la lengua del Imperio que dice exactamente lo mismo, y que quizá sea la versión original en la que se ha inspirado Flavita, pero desconozco su autoría. Está fechada en 2017 y dice: Feliz viaje nuevo alrededor del Sol. Y el astro rey sentencia: No entiendo todo ese alboroto y ruido cada vez que pasan por este punto. Quizá sea el anonimato la mejor firma de las cosas que son razonables:

 
 
    Por mi parte, vuelvo a decir lo mismo que dije a propósito de la felicitación navideña, no le deseo a nadie un infeliz año nuevo, sino todo lo contrario, pero la felicidad no está desde luego ni en el año nuevo ni en el viejo, donde lo que nos espera, como sugiere esta desgarrada pintada en la lengua del Imperio, son nuevas crisis (sanitaria, económica, política, energética, climática...) y más miedo, mucho más miedo: ¡Felices crisis y próspero MIEDO nuevo! La felicidad está, como la liebre del refrán, donde menos se la espera, pero desde luego no en la realidad del tiempo computado y la ilusión de su futuro.
 

2 comentarios:

  1. Hacer de los días una búsqueda y de los 'otros' un encuentro he ahí la gracia, más «lo que tiene su fecha roja en la hoja del calendario tiene su precio en el mercado, tiene en la banca su cuenta», y sirve de ilusionante compensación administrada con esperanzas que engrasan y mantienen los giros futuros de la prensa para hundirnos aún más en la ciénaga digitalizada y ocultada bajo los espejismos empantallados que nos seducen y entretienen.

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  2. Ahí queda eso. Gracias por el comentario.

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