¿Es posible
que bajo la expresión “liberación de la mujer” se esconda una
forma sutil de esclavitud y de dominación camuflada y que, por lo
tanto, estemos denominando “liberación” a lo que no deja de ser
una forma de servidumbre voluntaria? Es cierto que la mujer ha estado
sometida al régimen patriarcal durante siglos, pero pretender que
ahora que se ha incorporado mayormente a eso que se llama el “mundo del
trabajo”, ahora que se ha cumplido en parte su inserción en el
mercado laboral, se ha emancipado de las viejas ataduras e
independizado sin ninguna contrapartida es mucho suponer.
"Esa niña tan desmadrada, hasta que no se despadre, como si nada"
Algunos feministas creen que así es, y que lo único que queda por hacer es la igualación salarial en aquellas profesiones donde las mujeres cobran menos que los hombres, luchando contra lo que llaman la brecha salarial, usando una metáfora que no sé muy bien de dónde viene, pero que me imagino que sea una traducción de la lengua del Imperio (salary gap, wage gap o gender pay gap), y alcanzar cotas más altas hasta sobrepasar y romper el "techo de cristal", otra metáfora que alude a la promoción jerárquica de la mujer en el ascenso laboral. A nadie le parece mal que “a igual trabajo, igual salario” y que esto sea independiente del sexo del trabajador. Sin embargo, la lucha, justa como ninguna otra, contra la discriminación salarial y por la misma retribución no cuestiona para nada la existencia misma del trabajo asalariado ni la esencia del capitalismo, por lo que, quizá a su pesar, acaba justificándolo. A nadie le parece mal tampoco que haya jefas... Y eso, desde una óptica libertaria, es lo grave porque no se trata de que la mujer llegue a la jefatura del Estado, por ejemplo, sino de que no haya Estado, que no hace falta que lo haya, ni jefes ni jefas por lo tanto tampoco.
Me explico:
no estoy tratando de defender el
actual estado de cosas, sino todo lo contrario. Por eso afirmo que
todas las reivindicaciones, huelgas o reclamaciones que se le hacen
al Sistema, aunque sean justas como sin duda lo es esta, sólo sirven
para fortalecerlo y para que la maquinaria de este funcione mejor, por lo que acaban
reforzándolo a corto, medio y largo plazo. Si le pedimos al Señor que
pague igual -a igual trabajo, igual salario como es de justicia- a
trabajadores y trabajadoras.... estamos legitimándolo en primer
lugar al señor como interlocutor y le estamos confiriendo la
dignidad de Señor, y legitimando en segunda y no menos importante
instancia la esclavitud que supone el trabajo asalariado y, por lo
tanto, el capitalismo.
Afrodita, museo arqueológico de Paestum
La mujer,
cuando no se ha liberado de las viejas ataduras que conllevaba ser
“mujer” la maternidad y el ser objeto de belleza, se incorpora al
mundo laboral. Esa obligación de trabajar, que no estaba en la
Biblia, equipara efectivamente a mujeres y hombres pero los equipara
bajo el mismo rasero igualitario de la servidumbre y en la esclavitud
que supone el trabajo asalariado: "ganarás el pan con el sudor de tu frente".
¿Era
este
el Novus Ordo Saeclorum que anunciaba la sibila de Cumas? Sin duda,
no. Hay un movimiento feminista que reclama empoderamiento femenino:
es un error desde una óptica libertaria. Lo que hay que hacer es
luchar contra el Poder, que es, huelga decirlo, desde el origen de la
historia de la humanidad hasta nuestros días, esencialmente
masculino, no repartirnos el pastel del poder entre hombres y mujeres a
partes iguales. No se trata de cambiar la constitución para que la
infanta Leonor, valga el caso a modo de ejemplo, llegue a ser reina de
España, dado que es la primera en la línea de sucesión al trono, sino de
que no haya tronos ni reyes ni reinas que asienten sus regias posaderas
en ellos, ni monarquías ni repúblicas tampoco. Mas que propugnar el
empoderamiento de la mujer, habría
que propugnar un día como hoy y todos los días del año el
desempoderamiento, valga el palabro, del varón, y
la lucha de las mujeres debería enfocarse contra el Poder para
liberarse de sus garras tanto ellas como nosotros.
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