domingo, 21 de febrero de 2021

Sarta de mensajes breves


El Periódico Global ya no sabe cómo vendernos la vacuna: Israel asegura que a los 14 días de la segunda dosis la vacuna de Pfizer protege al 98,9% de la muerte.

El robot de la NASA “Perseverance”, la mayor misión espacial de la Historia, aterriza con éxito en el planeta rojo y comienza la infructuosa búsqueda de vida. 
 
La paradoja del individuo, calco semántico del “átomo” griego, que significa “indivisible”, es que acaba por desintegrarse y dividirse enfrentándose a sí mismo. 
 
Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado o de orden público, que se decía antes, velan por mantener un orden aparente que en el fondo no es sino desorden. 
 
El sentido económico del término “interés” implica que interesa computar el tiempo, que es oro y dinero según el adagio, para que así se incremente el capital. 
 
(Tergiversación) A quien no presenta síntomas de enfermedad, las autoridades sanitarias intentan convencerlo de que es enfermo crónico en potencia aristotélica. 
 
La pareja “individuo y sociedad” es una falsa antinomia. Rebelarse contra lo uno en nombre de lo otro y viceversa, es meterse en un callejón oscuro sin salida. 
 

(De S. Sontag) La contemplación hace que el observador se olvide de sí mismo: el objeto digno de contemplación es el que de hecho aniquila al sujeto perceptor.
 
No puedo ir a verte al municipio colindante porque hay restricción de movimiento, y confinamiento. ¿Dónde está el límite, quién lo trazó, del término municipal? 
 
El sistema de enseñanza nos despoja de nuestra propia lengua hablada e impone la escrita: hablar como escribimos, no escribir como hablamos, que sería lo mejor. 
 
Nos han hecho desconfiar del vecino, del amigo, de la mismísima madre que nos parió, y aun de nosotros mismos; en suma, de la poca humanidad que nos quedaba. 
 
En lugar de cambiar las condiciones que deprimen a las personas, la sociedad receta antidepresivos que, por su parte, hacen soportable tolerar lo intolerable. 
 
La crisis sanitaria de la pandemia patrocinada por la OMS nos ha inoculado el virus patógeno enfermándonos a todos hasta el mismísimo túétano de las entrañas. 
 
La extraordinaria banalidad del mal. El Eichmann de Hannah Arendt cumplía órdenes, aplicaba protocolos, controlaba la puntualidad no el destino de los trenes. 
 

El retrato paraliza un movimiento, es decir, un momento presente, retrayéndolo, convirtiéndolo automáticamente en pasado; es el vuelo disecado de una mariposa.
 
El estado de emergencia para la gestión de la crisis sanitaria justifica maquiavélicamente en nombre de la 'seguridad nacional' el despotismo del gobierno. 
 
Los telepredicadores desde su púlpito televisivo o mediático digital de las redes sociales son los que mandan y los que nos señalan lo que tendríamos que ver. 
 
La pandemia se utiliza para avanzar en la agenda de limitación de las libertades formales o burguesas, al frente de las que emerge el dragón chino gigantesco.
 
Es muy difícil que uno deje de opinar, porque cada cual tiene su opinión, su voto, su ideología, su credo, y se aferra a ello como si fuera privada propiedad. 
 
Lo que ahora no se da de hecho es porque no puede darse; decir que se dará en un futuro por estar larvado en potencia es falso ya que no hay venidero porvenir.
 
No es por reventaros el argumento de la película desentrañándoos su desenlace fatal, pero al final de la cinta se mueren, morimos, todos, hasta el apuntador.

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