Primus in orbe deos fecit timor. Un verso de Publio Papinio Estacio, en La Tebaida, dice lo siguiente: El temor creó el primero en el mundo a los dioses. Viene así a darle la razón a Feuerbach. El miedo, se entiende, de los hombres, por lo que los hombres son los que, temerosos, crearon a los dioses y a Dios, y no al revés.
miércoles, 14 de agosto de 2024
Teología y ateología
Primus in orbe deos fecit timor. Un verso de Publio Papinio Estacio, en La Tebaida, dice lo siguiente: El temor creó el primero en el mundo a los dioses. Viene así a darle la razón a Feuerbach. El miedo, se entiende, de los hombres, por lo que los hombres son los que, temerosos, crearon a los dioses y a Dios, y no al revés.
martes, 7 de mayo de 2024
Invitación a leer 'La Religión del Capital' de Paul Lafargue
martes, 11 de julio de 2023
Connotaciones
Connotaciones patriarcales: El arzobispo anglicano de York sugirió en su discurso de apertura del Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra que las primeras palabras del Padrenuestro, recitadas por cristianos de todo el mundo durante 2000 años, podían ser “problemáticas” debido a su connotación «patriarcal», según el periódico progresista británico The Guardian.
Arzobispo de York y primado de Inglaterrra
Dijo literalmente: «Si este Dios al que oramos es “Padre” (y sí, yo sé que la palabra “padre” es problemática -the word ‘father’ is problematic, dijo literalmente- para aquellos cuya experiencia con los padres terrenales ha sido destructiva y abusiva, y para todos los que hemos sufrido demasiado debido a un control patriarcal opresivo -oppressively patriarchal grip, literalmente- en la vida), entonces aquellos de nosotros que rezamos esta oración juntos, nos guste o no, lo reconozcamos o no, incluso si con determinación nos alejamos el uno del otro solo dándonos la vuelta para clavar un cuchillo en la espalda de la persona que está detrás de nosotros, somos hermanas y hermanos, miembros de la familia, la casa de Dios».
Pater noster en latín, πάτερ ἡμῶν en griego, our father en la lengua del Imperio, padre nuestro en castellano, son, en efecto, las dos palabras con las que comienza la oración que Jesús enseñó a sus discípulos según leemos en Mateo 6: 9–13 y Lucas 11: 2–4 en el Nuevo Testamento. Dichas palabras se refieren a Dios como figura masculina del padre (y no, por ejemplo, femenina de la madre, que en la iglesia católica, puede representar la Virgen María, por algo llamada 'madre de Dios'), lo cual no es problemático, como dice el clérigo, sino significativo.
El arzobispo trataba de fomentar con las palabras citadas no el debate, sino la unión fraterna entre las distintas facciones anglicanas, pero su sugerencia de las connotaciones patriarcales del padrenuestro logró todo lo contrario.
Ya en febrero, la iglesia anglicana había anunciado que desearía dejar de referirse a Dios con el género gramatical masculino como "he" (él), ya que Dios no puede ser ni macho ni hembra, y preferiría utilizar formas neutras políticamente corregidas.
Connotaciones monoteístas: Y es que es inevitable que la figura de Dios sea masculina, patriarcal y monárquica en nuestro mundo, pero además el arzobispo de York y primado de Inglaterra olvidó que Dios es uno, es decir, que no hay más que un único y sólo Dios en la actualidad, aunque tenga diversos nombres como Dolar, Euro -una vez desaparecidos los diosecillos paganos Franco, Peseta, Lira, Marco...- Rublo o Yuan, porque estamos en un sistema monoteísta donde el creador y padre de todas las cosas y personas es Don Dinero, como le bautizó Quevedo, algo que sin duda le había pasado desapercibido al arzobispo de York, más preocupado por cuestiones mundanas como el funcionamiento de su propia iglesia, las uniones homosexuales, que se bendicen pero no se casan todavía, y el lenguaje políticamente corregido en cuestiones genéricas que por la teología y religión.
miércoles, 24 de noviembre de 2021
La nueva variante del virus mutante
La variante Delta Plus, la última versión actualizada del proteico virus coronado, es mucho más infecciosa y alarmante que la mera variante Delta, como ya sugiere su apellido "plus", y además es inmuno-resistente a las vacunas, incluidas terceras dosis (y cuartas en el caso de Israel), lo que puede elevar el número de contagios a terroríficas cifras de seis ceros en todo el mundo, hecho que preocupa y quita el sueño a nuestras autoridades, empeñadas como están en salvar como sea las vidas de sus votantes y contribuyentes económicos al sostenimiento del sistema.
Aun así, nuestro amado presidente del gobierno debe pensar que la clave está en huir hacia delante -progreso siempre, regreso nunca parece ser su lema, esto no lo ha dicho él, lo digo yo-, continuando, esto sí lo ha dicho, 'con esta estrategia de vacunación tan existosa en nuestro país con toda humildad y toda prudencia', ha resaltado las últimas palabras “humildad” y “prudencia” como si quisiera curarse en salud con ellas, proponiendo una dosis adicional a los mayores de sesenta años y a todos los sanitarios y sociosanitarios independientemente de su edad, y generalizándose lo más probable a partir de enero a todo el mundo.
La incidencia acumulada de los nuevos casos se acelera hacia una vertiginosa cúspide diseñando una curva difícil de aplanar, y las autoridades, ante este repunte inesperado y astronómico de brotes de contagios, buscan herramientas para contener el avance de los casos sin tener que decretar restricciones impopulares que vuelvan a limitar la vida de toda la población.
Hurgando en narices ajenas
Pero millones de personas, tanto si están vacunadas como si no, poco importa su estado vacunal, están en peligro de contagiarse o de haberse contaminado ya sin percatarse.
A la nueva mutación también se la conoce como "variante asintomática" o 'symptomless variant' en la lengua del Imperio (técnicamente AY.4.2), porque no provoca síntomas.
Su peligro, por lo tanto, radica en que uno puede haber contraído el virus, enfermar y ni siquiera darse cuenta, porque, en el caso de estar vacunado con la pauta completa, piensa que está protegido, dejando completamente abierta la transmisión de dicha variante a otras personas que ni siquiera sospecharán que pueden haber contraído el virus que es como Proteo, el homérico Viejo del Mar que cambia de forma constantemente y no se deja definir ni atrapar, porque no tienen síntomas, pero de hecho tienen el virus como demuestra la prueba de reacción en cadena a la polimerasa (PCR en la lengua del Imperio) y lo están propagando irresponsablemente.
Una pesadilla de ciencia-ficción futuroide que nos brinda la virología que es, por si alguien no se había dado cuenta de ello todavía, nuestra nueva forma de fe científica y teología en la que creen a pie juntillas hasta los más furibundos ateos descreídos.