¿Quién sabe adónde el tiempo va? es una de las canciones de finales de los años sesenta melancólica y triste más bellas que conozco, bella por la simplicidad de su melodía, por las sugerencias de la letra y por una voz extraordinaria que lanza al aire una pregunta sin respuesta.
¿Sabe alguien dónde el tiempo va? La cantante confiesa que no piensa en el tiempo, no cuenta el tiempo y finalmente que no tiene miedo del tiempo, pero no deja de preguntarse una y otra vez quién sabe a dónde va el tiempo, cosa que no sabe nadie porque el tiempo probablemente no va a ninguna parte, incompatible que es con el espacio. La mejor manera de ponerlo de nuestra parte y de ganarlo es probablemente dejar que se pierda, perdiendo el tiempo, dejándolo que pase y que transcurra sin contarlo.
El estribillo nos recuerda que el tiempo es fugaz, y huye constantemente de los relojes que pretenden vanamente capturarlo y de nuestra ideación que también quiere aprehenderlo. Ya lo cantó Virgilio en latín: sed fugit interea, fugit irreparabile tempus: el tiempo huye de nuestro cómputo y de nuestras manos que en vano pretenden retenerlo.
La letra y música son originales de la cantante y compositora británica,
Sandy Denny, muerta prematuramente, que la grabó con Fairport
Convention, en una versión que tiene su indudable encanto y el aroma de
aquellos años fol-roqueros.
La versión de Judy Collins, bellísima por la sencillez y hondura de su voz y las notas simples de una guitarra, es quizá una de las mejores de entre las muchas que de ella se han hecho.
Sin pretender traducirla, porque esto no es una traducción, la parafraseo apropiándome de ella a mi manera:
Se van, cruzando el cielo, cuando cae la tarde, / los pájaros volando. ¿Sabrán a dónde van? / En invierno, ante el fuego, yo sigo aquí soñando /
dejando que se vaya el tiempo que se va.
¿Quién sabe a dónde va el tiempo cuando pasa? / ¿Quién sabe lo que pasa? ¿Quién lo que va a pasar?
Triste orilla desierta, tus amigos emigran
/
porque ya llegó la hora para ellos de marchar.
/ Pero yo sigo aquí sin pensar en partir
/
y no me quedo a solas si a mi lado tú estás.
¿Quién sabe a dónde va el tiempo cuando pasa?
/ ¿Quién sabe lo que pasa? ¿Quién lo que va a pasar?
Y sé que así será hasta que llegue al fin / mi hora y sea el momento para mí de embarcar.
/
Viene el invierno y trae tormentas, y se va /
y en primavera vuelven las aves a volar. /
¿Quién sabe a dónde va el tiempo cuando pasa?
/¿Quién sabe lo que pasa? ¿Quién lo que va a pasar?