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domingo, 19 de junio de 2022

El Síndrome de la Muerte Súbita

    Ahora resulta que el SMAR, Síndrome de Muerte de Adulto Repentina, (SADS, Sudden Adult Death Syndrome, en la lengua del Imperio), o sea cuando alguien fallece de repente tras una parada cardíaca, y no puede hallarse la causa aparente de esa muerte, desconcierta a los médicos, que no se explican este fenómeno que afecta sobre todo a  adultos en aparente buen estado de salud, la mayoría jóvenes todavía y deportistas, que no tenían problemas clínicos previos ni antecedentes familiares y que, súbitamente, fallecen sin previo aviso de muerte repentina.

    Si de algo podemos estar seguros es de que moriremos, morir hemos, hemos de morir: estamos condenados todos a muerte no desde que nacemos sino desde que adquirimos conciencia de ello. Ahora bien, según la estadística de las probabilidades y si tenemos suerte, podemos alcanzar entre los 72 y los 85 años de vida o un poco más si no estamos muy averiados, es decir, la esperanza de vida promedio del ser humano en el Siglo XXI. Sin embargo, lo que no es normal, por mucho que se empeñen en repetírnoslo, es que los adultos sanos caigan repentinamente muertos como moscas. 


    Los medios de comunicación tratan de normalizar este fenómeno de 'repentinitis' que le dicen algunos, y de tranquilizarnos diciéndonos que esto ha ocurrido siempre, que siempre han muerto muchos adultos jóvenes -¿muchos? Bueno, muchos no, no tantos como muchos, pero sí alguno que otro- que aparentemente estaban sanos y practicaban deporte (de lo que algunos deducen que no es muy sano lo de practicar tanto deporte), y que lo que pasa es que hay muchas personas con problemas cardíacos que ignoran dichos problemas porque no tienen síntomas, porque son enfermos asintomáticos, diríamos con término de éxito reciente entre los bobalicones que somos la mayoría de nosotros caracterizados por nuestras enormes tragaderas.

        Pero, ¿este síndrome era realmente algo que se veía antes? Decididamente, no con tanta frecuencia como se está viendo durante estos dos últimos años. ¿Por qué será? Adivina adivinanza: ¿Qué tiene el rey en la panza igual que cualquier mendigo?