-Meten a algunos delincuentes en chirona para que los que estamos casualmente fuera de los muros de las prisiones creamos que gozamos de libertad individual. La libertad es la sombra de un espectro nebuloso que siempre huye de nuestras manos vacías cuando queremos alcanzarlo. Después de nuestra persecución en vano, sólo queda el rastro diluido y difuminado de la niebla entre los dedos: el fantasma de la libertad. Lo mismo sucede con la cordura: encerrando a los locos en los manicomios, los que estamos casualmente fuera de los hospitales psiquiátricos podemos hacernos la ilusión de que estamos cuerdos.
-Un reloj que se ha parado porque no tiene cuerda da la hora correcta, sin embargo, dos veces al día en veinticuatro horas.
-La retransmisión televisada de un partido de balompié provoca la desbandada de Sus Señorías en el Congreso de las Españas. Sin duda alguna, se trataba de un suceso de interés nacional que requería la presencia de los señores diputados fuera del hemiciclo, que es donde se desarrollan las cosas verdaderamente dignas de interés.