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martes, 17 de marzo de 2020

Eneas, refugiado de guerra

Tras la guerra de Troya ya no quedaron héroes épicos sobre la faz del mundo. Se diría que se acabó con ella la edad semidivina. Escribió en alguna parte James Joyce* que ya nadie hablaba de aquellos Aquiles, Menelao, Agamenón, sino sólo de uno que no tenía mucho que ver con ellos, el más humano porque no era hijo de ningún dios ni de ninguna diosa, sino de un hombre y una mujer, el único héroe moderno: Ulises. 

Tiene Joyce razón en parte, pero ha cometido el pecado de considerar sólo a los héroes del bando griego, a los vencedores, por los que muestra su simpatía, y se centra en uno de ellos, el que para él será el paradigma heroico en una época en que ya no hay héroes: Odiseo, más conocido por su nombre latino Ulises, el artífice de la helénica victoria gracia a su argucia del caballo. 

Pero volvamos la vista por un momento al bando de los vencidos, a los derrotados, olvidémonos de Aquiles, de Patroclo, de Menelao y Agamenón, y miremos a los troyanos: Recordemos a Héctor y a Paris... Sobre ellos pesa el estigma imperdonable de la derrota y el fracaso, al contrario de lo que sucede con Ulises. 

Fijémonos en un superviviente, en alguien que no murió heroicamente luchando contra Aquiles, como Héctor, sino que consiguió sobrevivir, y que huyó de Troya rumbo a Occidente con la misión de hacer que renaciera Troya en otro lugar del mundo. No en vano era hijo de una diosa, Afrodita, y de un mortal, Anquises.

Terracota de Eneas, Anquises y Ascanio, siglo I a. C.

Estamos hablando de Eneas. La imagen del héroe huyendo de la ciudad en llamas destruida por la guerra con su padre el anciano Anquises a hombros y su hijo Ascanio de la mano representa por un lado las tres edades o generaciones de la vida humana en una composición artística: el niño, el anciano y en el centro de la composición el adulto, cargando con ambos. 

Según Aulo Gelio,  el legendario rey de Roma que fue Servio Tulio estableció con admirable precisión para su época que la vida del hombre se dividía en tres etapas, a las que denominó pueritia (niñez, desde la cuna hasta los diecisiete años), iuuenta (juventud, en sentido amplio, desde los diecisiete hasta los cuarenta y seis años, correspondiente a nuestra madurez), y senecta (vejez, a partir de los cuarenta y seis), si bien, dada la esperanza cuantitativa de vida, la llamada hoy ominosamente tercera edad comenzaría más tarde, en torno a los 60 probablemente y hasta la muerte.

 Eneas, Anquises y Ascanio, Lorenzo Bernini 1616-1618

Pero por otro lado esa imagen que tanto han repetido las artes gráficas, así en pintura como en escultura, de la trinidad de Eneas, Anquises y Ascanio, representa la lucha por la vida de los que han perdido todo: son la imagen antigua de los modernos refugiados de la guerra que huyen nada más que con lo puesto de Turquía, donde estaba el emplazamiento de la vieja Troya según descubrió Schliemann en Hissarlick, e intentan llegar a Grecia en primer lugar y de ahí a Occidente, en busca de un nuevo asentamiento para ellos y sus familias. 

Eneas huyendo de Troya, Pompeo Batoni c. 1750 


Desde el punto de vista artístico, la representación más acrisolada de la huida de Troya de Eneas es la del fresco de la "Stanza dell' Incendio" (la figura de Eneas se halla a la izquierda), que pintaron Rafael Sanzio (1483-1520) y Giulio Romano en los Apartamentos Papales del Vaticano, como tributo y homenaje a Virgilio, que narraba magistralmente en la Eneida el episodio.

Estancia del incendio de la ciudad, Rafael y Giulio Romano 1514
 

¿Qué hubiera sucedido si como pasa ahora se les hubiera negado la entrada en los puertos del Mediterráneo y se hubieran encontrado con unas fronteras infranqueables para ellos y se vieran hacinados en campamentos de refugiados en unas condiciones inhumanas que poco distan de las de los campos de concentración de la segunda guerra mundial? ¿Habría llegado Eneas al Lacio? ¿Habría plantado la semilla, que son los penates que lleva consigo el anciano Anquises, de Roma? Pregunta retórica donde las haya porque sin Eneas no habría Roma ninguna, ni se habría fundado tampoco la cacareada y moderna Europa. Estos tiempos nuestros son, desde luego, muy poco heroicos, y el problema no es que haya extranjeros, sino que hay fronteras que separan, confinándonos, a los nuestros de los otros.

Nota.-  *It (se refiere a la Odisea de Homero) is greater, more human, than that of Hamlet, Don Quixote, Dante, Faust... I find the subject of Ulysses the most human in world literature... After Troy there is not further talk of Achilles, Menelaus, Agamemnon. Only one man is not done with; his heroic career has hardly begun: Ulysses. (Joyce citado en el James Joyce de Richard Ellmann.)