La ciudad en que naciste ya no es la que era, cada día se parece menos a sí misma y más a las demás; todas las ciudades, en plural, son ya la misma en singular.
El turismo, maldito sea, está desalojando a los vecinos de toda la vida para alojar a turistas eventuales que, vayan donde vayan, se topan siempre con lo mismo.
¡Adelántate al black friday, que comienza antes de tiempo, no esperes hasta la fecha señalada: ya hay, aquí y ahora, ofertas y descuentos -exclusivos- para ti!

Dice Paul Ricoeur que la identidad es un relato; mejor, quizá, la máscara (persona, en latín) de un actor que pone en escena en el teatro del mundo su papel.
Si yo me llamo como me llamo, o mejor, si me llaman como me llaman, es porque no tengo propio nada más que mi nombre para existir, compartido con algunos otros.
Hay algo engañoso en la expresión “muerte natural” que no está tanto en el sustantivo “muerte” como en el adjetivo “natural”; no hay muerte (ni vida) naturales.
oOo
La lucha contra el poder, que no tiene ideología política -o tiene cualquiera-, no tiene nada que ver con la pugna electoral entre la izquierda y la derecha.
El neopontífice, que carece del carisma del anterior, invita a celebridades del séptimo arte al Vaticano, impregnando de agua bendita el jolivudense putiferio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario