El porvenir, como reza la copla*, nunca llega, porque, si acaso se presentara algún día, ya no sería algo futuro; pero lo esperamos para evadirnos del presente.
*Sentadito en la escalera, / esperando el porvenir, / y el porvenir que no llega.
La voz del mercenario reconoce que no lucha por el ideal del patriotismo, sino por el mayor y más inclusivo de todos los ideales, que es el salario que recibe.
Relumbran, desenvainadas, las cimitarras que harán rodar cabezas a su paso y a su tajo. Los chacales y los buitres barruntan y huelen ya la sangre derramada.
Déjà vu, déjà entendu: Telespectador que ve y oye una y otra vez las mismas imágenes y palabras que no dicen nada nuevo, hasta que se le reblandece la sesera.
Así como el ganadero marca a sus reses con la divisa de su ganadería, muchos se tatúan o se escarifican para asegurarse de la existencia de su propia identidad.
En vez de preocuparnos de fortalecer nuestra personalidad, deberíamos interesarnos por desintegrarla como una pastilla efervescente que en el agua se disuelve.
El partido que accedió al poder prometiendo el cambio no sólo no cambió nada, sino que contribuyó a dejarlo todo como estaba haciendo sólo cosméticos retoques.
Preocupado por su evaluación y sin interés por el objeto del proceso de aprendizaje, al alumno no le queda ni tiempo ni gana alguna de aprender nada de verdad.
El que busca la verdad no puede encontrarla porque sabe de antemano lo que busca antes de haberlo hallado, pero la verdad no puede saberse antes de encontrarla.
Pensar es desestabilizar nuestras evidencias y creencias, es decir, nuestras ideas, empezando por la principal de nuestra identidad personal e intransferible.
Redoblan tambores, rugen los elefantes, piafan los caballos, sube al cielo un grito horrísono de guerra. Ondean pendones destellando como ardientes llamaradas.
“Como marines, hemos sido entrenados para la acción. Es precisamente lo que deseamos”. Dijo el joven de Arizona poco antes de la invasión del país mesopotámico.
¿Cómo va a el tiempo a curar nuestras heridas y a resolver los problemas si el mayor problema que tenemos es la existencia del propio tiempo, y su insistencia?
La retransmisión televisada de un partido de balompié provoca la desbandada de sus señorías en el Congreso de todas las Españas, asunto de importancia nacional.
Ordalía o juicio divino: Si pongo la mano en el fuego y, por la gracia de Dios, no me quemo y permanezco indemne, queda a ojos del mundo probada mi inocencia.
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