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martes, 8 de agosto de 2023

Más memes

 Homenaje a la pipa de Magritte:

Antisistema (un clásico del Arcón): 

Ciudades inteligentes y del cuarto de hora o de los quince minutos, donde todo está a mano:

Sobre las listas de espera del sistema sanitario (seguridad social); el ejemplo del Gobierno de Cantabria es extrapolable:

Sobre lo que se llamó distancia social o de seguridad, y de cómo los gestos de barrera fomentaban la división de los de abajo contra los de arriba.


Contra la explotación ganadera de las macrogranjas:


viernes, 17 de diciembre de 2021

Guarda las distancias

 

Aprende utilizando las nuevas tecnologías. 
Navega, aunque nunca llegues a buen puerto, ni a puerto siquiera. 
Fórmate online. 
Lee e-books y olvídate de las bibliotecas y los polvorientos libros de papel, 
auténticas antiguallas. 
Escolariza a tus retoños en una guardería nada más nacer. 
La educación comienza a los cero años y no acaba nunca. 
Edúcalos en el bilingüismo de la lengua del imperio, please, y en valores.
 Interna a tus viejos en un geriátrico para que se mueran de asco. Ahora que no se nace en casa como antaño, tampoco conviene morirse en casa, sino en un hospital o residencia, que es mucho más aséptico.
Sé aséptico tú también.. 
Ponte mascarilla.
Usa preservativos.
Esterilízate.
No toques a nadie de pasada por la calle. 
Denuncia a quien te toque.
Denuncia a quien toque a tu hijo o hija. 
Guerra a muerte a los pedófilos y a la pedofilia. 
No juegues con esto ni con aquello. No te la juegues.
Sé creativo y original, que ya te diré yo en qué consiste.
No pienses, limítate a repetir lo que te dictan y a consumir lo que te imponen. 
El consumo compulsivo es el mejor antidepresivo que hay. 
Vete de compras, y adiós depresión.
Preocúpate por el futuro. 
Haz un plan de pensiones. 
Paga tus impuestos y deudas.
 Declara(te) a Hacienda. 
 Haz, en definitiva suma, lo que Dios manda.
Sé un hombre como Dios manda,
aunque no sepas si hay Dios
ni qué es lo que Dios manda.
Cuídate. No te descuides por nada del mundo. 
Ve al gimnasio. 
Haz pesas.
 Ve a la piscina. 
No fumes. 
No bebas.
 Si bebes, no conduzcas. 
Ponte el cinturón de seguridad. 
Cuida el colesterol y el azúcar y la tensión arterial.
Hazte un chequeo periódico general. 
Preocúpate por tu salud. 
La salud es profilaxis. 
Controla tu próstata.
Hazte el test del SIDA ahora que lo venden en farmacias.
Hazte el test del COVID.
No salgas de casa sin tu móvil, tu portátil, tu pen drive, tu MP4, tu tableta, tu último modelo de automóvil, tu documento nacional de identidad, tu pasaporte sanitario.
En cuanto a mí: Noli me tangere.
 No me toques. 
No me beses.
 No me des la mano.
Dime hola. 
Pero no me lo digas al oído: hay gérmenes y virus. 
Mantén las distancias. 
No me contagies.
Dímelo por el móvil o mándame un mensaje o un e-mail diciéndome: ¡Hola!
Ya sabes: hay que guardar enormes distancias, 
 para que tanto tú como yo,
lejos el uno del otro
 nos muramos no sólo virtual sino verdaderamente de asco y soledad.

martes, 23 de junio de 2020

Concepto de distanciamiento social

Eso que ahora se oye tanto -¿por qué será?- de “distanciamiento social” (social distancing en la lengua del Imperio, de donde se calca la expresión a las demás lenguas vasallas) era hasta hace bien poco una fórmula inexistente en nuestro vocabulario o, por lo menos necesitada de explicación. 

En español teníamos una expresión relativamente parecida, que era “guardar las distancias”, que venía a ser algo así como que no había que permitir excesiva familiaridad en el trato a los desconocidos, cosa que podía conseguirse por ejemplo evitando el tuteo y tratando a alguien de usted, o saludar ofreciéndo la mano fríamente en lugar de dar un par de besos... 

Pero no es lo mismo. Ahora no se trata de una medida individual que tomamos nosotros por desconfianza, precaución o recelo, sino colectiva de distanciamiento físico -algunos prefieren de hecho llamarlo así porque les suena más aséptico que “social”- que se nos ha impuesto desde arriba a todos y cada uno por la emergencia de la presunta crisis sanitaria y por nuestro propio bien, a fin de evitar el contagio del virus coronado en su versión actual o en futuras ediciones.

Nos recuerdan, además, que podemos guardar el distanciamiento físico y sin embargo “socializarnos” en redes y foros virtuales como estas mismas páginas donde podemos escribir y comentar... 




La expresión “social distancing” fue usada por primera vez por los funcionarios del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos en un informe de asesoramiento de 2007, según la inevitable Güiquipedia, donde se vieron obligados a explicar el término en una nota al pie de página, que decía así: Social distancing refers to methods for reducing frequency and closeness of contact between people in order to decrease the risk of transmission of disease. Examples of social distancing include cancellation of public events such as concerts, sports events, or movies, closure of office buildings, schools, and other public places, and restriction of access to public places such as shopping malls or other places where people gather. Es decir, según el traductor de google: “El distanciamiento social se refiere a métodos para reducir la frecuencia y la cercanía de contacto entre las personas a fin de disminuir el riesgo de transmisión de enfermedades. Los ejemplos de distanciamiento social incluyen la cancelación de eventos públicos como conciertos, eventos deportivos o películas, el cierre de edificios de oficinas, escuelas y otros lugares públicos, y la restricción del acceso a lugares públicos como centros comerciales u otros lugares donde las personas se reúnen”. 

Durante la gripe AH1N1 de 2009, inicialmente considerada también una pandemia, la OMS describió el distanciamiento social como "mantener al menos la distancia de los demás de un brazo, [y] minimizar las reuniones". Durante la epidemia de COVID-19, el CDC reformuló la definición de distanciamiento social como "permanecer fuera de los entornos congregados, evitar reuniones masivas y mantener la distancia de los demás (aproximadamente seis pies o dos metros) cuando sea posible". 

No está claro por qué precisamente seis pies y no dos o quince. Seis pies en el sistema métrico anglosajón vienen a ser 1,8288 metros, es decir, ni metro y medio ni dos metros exactamente, quizá de ahí venga la indefinición a la hora de traducirlo a nuestro sistema métrico decimal. 

 


"Distanciamiento social" realmente significa que hagamos lo que nos mandan las autoridades sanitarias pero no porque nos lo manden y nosotros obedezcamos sino porque estamos convencidos de que es lo mejor “por nuestro bien” para nosotros. No quieren imponérnosla, quieren que salga de nosotros. Están modificando nuestros comportamientos y haciendo que recelemos del contacto, que etimológicamente es contagio, de los otros, los demás. Así hay gente que si va por la calle y va a cruzarse con alguien que no lleva mascarilla, cambia de acera y evita a esa persona como si de la mismísima personificación de la peste se tratase. 

En todo caso es una medida inédita hasta ahora, propia del siglo XXI, nunca antes vista ni oída. No es una medida sanitaria que pretenda curar nada, sino, en todo caso, profiláctica, basada en la falacia de que vale más “prevenir que curar”, que es mucho mejor evitar que algo malo suceda antes que tener que solucionarlo una vez que haya sucedido. 

Esto podría tener algún sentido cuando sabemos a ciencia cierta que algo va a suceder, pero ¿quién sabe eso? ¿Cómo podemos estar seguros de que va a pasar algo que no ha pasado? La medicina, que no es una ciencia, debería curarse en salud, nunca mejor dicho, y hacer una cura de humildad y dedicarse, como buena curandera, a cuidar y sanar enfermos de carne y hueso, no a prevenir enfermedades. Porque esto que nos ha venido encima es un instrumento de represión política, destinado a mantener a las personas separadas, aisladas voluntariamente de los demás, a los que considera enfermos potenciales, pacientes en lenguaje clínico, evitando cualquier tipo de asambleas públicas y libres.