“...y la verdad desnuda” Francisco de Quevedo.
La verdad saliendo del pozo, J-L. Gérôme (1896)
El cuadro de
Jean-Léon Gérôme “La verdad saliendo del pozo” alude, al parecer a unas palabras del filósofo griego
Demócrito, que vivió a caballo entre los siglos V y IV antes de
Cristo, que nos transmite Diógenes Laercio en sus Vidas y
opiniones de los filósofos ilustres, y que en su
lengua griega (“una lengua sonora de supremos encantos, / la más bella
nacida de unos labios humanos” según cantó el poeta), dicen así: ἐτεῇ δὲ οὐδὲν
ἴδμεν:
ἐν βυθῷ γὰρ ἡ ἀλήθεια,
lo que quiere decir: pero en realidad nada sabemos; pues la verdad
está en el pozo. La palabra que traducimos por pozo
βυθo/j significa también abismo, fondo, fondo del mar,
fondo del agua. Viene a decirnos Demócrito que la verdad, como
las famosas llaves de la cantilena infantil, están en el fondo del
mar, matarilerilerile, en el fondo del mar, matarilerilerón o, como
“nuestro gozo en un pozo”, donde es la rima consonante fácil la
que ha originado el dicho.
Séneca
escribe en De beneficiis VII, 1, 5, quizá influenciado por Demetrio
el cínico, según reconoce: Inuoluta ueritas in alto latet:
Envuelta, la verdad yace oculta en el fondo
del mar. Y
al final de sus Naturales Quaestiones VII, 34:
At mehercule (...) uix
ad fundum ueniretur, in quo ueritas posita est, quam nunc in summa
terra et leui manu quaerimus. Y sin
embargo... apenas llegaríamos, a fe mía, al fondo del abismo en que
está colocada la verdad, que hoy nuestra indolente mano busca en la
superficie de la tierra
Pero la
verdad del lienzo de Gérôme, a diferencia de la del filósofo griego, está
saliendo del pozo y está, además, desnuda. ¿Por qué está desnuda
la verdad que emerge? La palabra griega alétheia (ἀλήθεια), que
traducimos por verdad, significa en realidad “descubrimiento”, “sin tapujos”, compuesta como está del
prefijo negativo a- "no" y de létheia "ocultamiento", y por lo tanto,
quiere decir desvelamiento, que es la operación de quitar los velos, de sacar a
la luz. Se la representa desnuda porque no tiene nada que ocultar.
Nuda Veritas, Gustav Klimt, 1889
El cuadro
que pintó Gustav-Klimt en 1889 titulado “Nuda Veritas”, esto es,
“La verdad desnuda”, lleva un texto del poeta alemán Friedrich Schiller en
su encabezamiento que dice: Kannst
du nicht allen durch deine That (forma arcaica por Tat) und dein Kunstwerk, mach es wenigen
recht. Vielen gefallen ist schlimm. 'Si no puedes gustar a todos con tu modo de actuar y tu arte,
contenta a unos pocos. Gustar a muchos es peligroso”. La
inscripción, se combina con la desnudez de la figura femenina que
representa a la Verdad y que sostiene un espejo en el que no se mira
ella, sino que, vuelto a los espectadores, nos invita a mirarnos nosotros en él.
Nec mergitur o La Verdad saliendo del pozo, Édouard Debat-Ponsan (1898)
Nec mergitur o La Vérité sortant du puits
de
Édouard Debat-Ponsan representa a la Verdad semidesnuda
saliendo del pozo, como en la tela de Gérôme, y con el espejo para que
nos miremos en él, al igual que el lienzo de Klimt, pero sus
enemigos (un noble enmascarado y un clérigo) pretenden que no salga
y que se hunda. Sin embargo ella, como el lema de la ciudad de París no
se hunde en el pozo,
“fluctuat nec mergitur”: es batida por las olas y no se hunde,
porque la verdad, igual que el aceite en el agua acaba siempre saliendo a
flote, sube siempre a la superficie pese a todos los pesares.
Cuenta una
leyenda cuya fuente desconozco que un día se cruzaron la Verdad y la Mentira en su camino, se
saludaron y trabaron conversación enseguida y amistad. La Mentira comentó que hacía un día espléndido y que las
aguas del lago invitaban a sumergirse en ellas, lo que era verdad, por cierto, y le
propuso cordialmente a la otra: -¿Por qué no nos damos un baño? Dicho y hecho. Ambas, que vestían de modo muy diverso, se desnudaron, pues no se habían inventado todavía los sedicentes "trajes de baño" y la gente se bañaba sin falso pudor en cueros. Se lanzaron, pues, a disfrutar del baño desnudas como estaban. Al cabo de unos instantes, la Mentira, no poco envidiosa, salió corriendo del agua y le robó la ropa a la otra,
dejando la suya a cambio, que era mucho más andrajosa, y huyó alejándose de allí y gritando:
"Hay que guardar la ropa antes de echarse a nadar, amiga mía". La
Verdad, entristecida, salió del agua y vio lo que le había dejado la otra. No quiso vestir aquellos hábitos andrajosos que había dejado la
Mentira, y decidió permanecer desnuda, pero todos los que la veían se alejaban
escandalizados de ella. Conque, entristecida, decidió volver hacia atrás y sumergirse en el líquido
elemento del lago. Desde
entonces la gente prefiere aceptar a la Mentira disfrazada de Verdad
que a la Verdad desnuda que, sin embargo, acabará irrumpiendo algún día,
desnuda como está, y saliendo a la superficie...