domingo, 17 de mayo de 2020

NOLI ME TANGERE

NOLI ME TANGERE: No me toques. Son las palabras que Jesucristo le dirige a María Magdalena, que lo había reconocido una vez resucitado y le había llamado "Maestro", según el Evangelio de Juan 20, 17: Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido al Padre. Cito como de costumbre por la traducción que manejo de Nácar-Colunga.


Noli me tangere, Correggio (c. 1525)

Me llamaba la atención que Jesús no permitiera a la Magdalena que lo tocara, como si fuera a contaminarlo con su tacto impuro, sobre todo cuando, en la segunda aparición a los discípulos, le permite hacerlo al incrédulo Tomás, que había dicho que necesitaba ver para creer en las manos del Señor la señal de los clavos y "meter el dedo en el lugar de los clavos" y su mano "en su costado". Jesús entonces le dijo aquello de Porque me has visto has creído; dichosos los que sin ver creyeron

Por otra parte, Jesús no se muestra tampoco enemigo del contacto físico cuando los niños se acercaban a él ut eos tangeret, para que los tocara. Los celosos discípulos del Maestro querían impedirlo y les decían a los niños que guardaran las distancias, pero entonces es cuando Él, en un gesto de noble y platónica pedofilia, en sentido literal de "amor por los niños",  les dijo: Dejad que los niños se acerquen a mí (Sinite pueros uenire ad me), y no se lo prohibáis (et nolite uetare eos); pues de ellos es el reino de Dios (talium est enim regnum Dei).

No me toques es la traducción literal del Noli me tangere. De eso no cabe duda. Pero el evangelio de Juan no fue escrito originalmente en latín, sino en griego, y la expresión original griega que se ha traducido al latín por noli me tangere es μὴ μoυ ἅπτoυ (mè mu háptu). Dicit ei Jesus: Noli me tangere, nondum enim ascendi ad Patrem meum: λέγει αὐτῇ ὁ Ἰησοῦς· μή μου ἅπτου· οὔπω γὰρ ἀναβέβηκα πρὸς τὸν πατέρα μου· 

La incredulidad de Tomás, Caravaggio (c. 1602) 
El verbo  ἅπτομαι, que rige genitivo, significa en voz media "atar para sí" antes que "tocar, coger, tener comercio carnal", por lo que una traducción alternativa directa del griego, sin pasar por el latín, podría ser no te me acerques, no te ates o aferres a mí o incluso no me retengas, lo que cuadra mejor con lo que viene a continuación: porque aún no he subido al Padre

En todo caso, NOLI ME TANGERE es, desgraciadamente, un lema muy apropiado para estos tiempos que corren de uirus coronarium o, mejor dicho, de coronarium uirus, en que el Estado nos impone como rasgo definitorio de esa "nueva normalidad" que pregona el distanciamiento social, guardar las distancias con el prójimo, la distancia de seguridad de dos metros, prohibiéndonos el acercamiento físico, es decir, natural, el contacto para evitar el contagio.

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