¿Qué es la huella de carbono? Son los gases de efecto invernadero que producen nuestras actividades económicas cotidianas. El dato, expresado en toneladas emitidas de CO2 es vital, nos dicen, para frenar el cambio climático. Nos dicen que hay que poner en marcha las iniciativas necesarias para reducirla al máximo y borrarla del planeta tierra, empezando por cada uno de nosotros en nuestro día a día.
El planeta ha sido asesinado, como muestra esta viñeta de Eneko, titulada "Escena de un crimen" que representa el cadáver de un globo terráqueo, y que da a entender que los asesinos somos nosotros, que no controlamos nuestras emisiones, nuestros gases de efecto invernadero, nuestra huella de carbono:
La publicidad gubernamental insiste en la responsabilidad individual que tenemos todos y cada uno de nosotros si no hacemos algo para salvar el planeta y eliminar nuestra huella de carbono. Veamos por ejemplo este cartel aparecido en el Metro de Madrid, realizado en papel reciclado, que nos invita a calcular nuestra huella y que insiste en nuestra responsabilidad individual, versión laica de la culpabilidad de nuestro pecado original. La campaña se titula "Hablemos de Jimmy", pero podía haberse titulado: "Hablemos de ti mismo".
"Los martes Jimmy sale de casa sin apagar la luz del salón y coge el coche para ir a comprar pan de molde al barrio de al lado. Los miércoles también. Hazlo un poco mejor que Jimmy".
Este Jimmy es, sin duda, gilipollas porque si no apaga la luz al salir de casa y si coge todos los días el coche para ir a comprar el pan cerca de donde vive lo está pagando caro, pero no solo por incrementar su huella de carbono, sino sobre todo por la factura de la luz y la cuenta que deja en la gasolinera.
La campaña nos invita a hacerlo mejor que él, y a arrepentirnos si hacemos lo mismo que él, que es un pecador. Otro cartel reza, con propósito de enmienda: "Soy consciente de cuánto contamino, y a partir de ahora voy a cambiar radicalmente mis hábitos de consumo... dijo Jimmy nunca". Pero nosotros podemos hacerlo mejor que él y proponernos no contaminar, no dejar ninguna huella o dejar huella cero, como les gusta decir.
La campaña insiste en nuestra responsabilidad personal, diluyendo así la responsabilidad del sistema capitalista en los tristes consumidores y contribuyentes individuales: "De media generamos 7,5 toneladas de CO2 al año. Jimmy genera 17 porque es muy competitivo".
"Jimmy tiene curiosidad por saber cuánto contamina. Spoiler: Mucho. Jimmy contamina como si no hubiera un mañana... literalmente". Ahora resulta que Jimmy, o sea, cada uno de nosotros, es el responsable de la contaminación atmosférica.
Hay algo en este cortometraje sarcástico de la campaña contra el cambio climático 10:10, realizado en 2010 por Richard Curtis, considerado uno de los mejores guionistas de comedia en el Reino Unido, y titulado "No pressure" (Sin presión) que nos hace pensar que somos nosotros mismos, no nuestra huella, lo que se pretende erradicar del planeta para salvarlo. El vídeo, subtitulado en castellano, contiene escenas que pueden resultar perturbadoras, nos advierten, para algunos que lo vean, y no se considera adecuado para los niños.