José Antonio Labordeta cantaba en 1984 "Les devuelvo el DNI / porque yo no quiero ir / donde me van a mandar / con carné de identidad”. El tema se llamaba Desobediencia Civil, y fue adoptado años más tarde como himno de la Plataforma por la Desobediencia Civil cuando lanzó su campaña: "Di No a las Identificaciones", para hacer frente a las masivas y arbitrarias identificaciones que exigía la Policía sin que hubiera indicios de ninguna infracción, haciendo gala de esta represión burocrática de baja intensidad que obligaba al ciudadano a identificarse.
Conviene recordar la letra y escuchar la canción, cuyo estribillo dice: Les devuelvo el DNI /
porque yo no quiero ir
/ donde me van a mandar /
con carné de identidad
/ pues aquí hay que empezar
/ a decir ya la verdad: /
que no nos gusta morir /
ni en Varsovia ni en la OTAN".
Te aseguran los del dólar /
que ellos lo hacen por la paz /
y que por eso conviene /
estar todos en la OTAN, /
pero tú no te lo crees,
/ te lo pones a dudar, /
eres un chico tremendo, /
no te crees casi ná.
Les devuelvo el DNI...
Luego van los "orientales"
/ y con ese humor sin par /
te pregonan que ellos lo hacen /
por la paz y la igualdad. / Tú tampoco te lo crees
/ viendo tanto militar
/ armado hasta los dientes /
y con cara de mal plan.
Les devuelvo el DNI...
Ustedes dicen que blanco, /
rosa dicen los de allá, /
negro aseguran algunos
/ que se está poniendo ya /
el panorama completo
/ de todo este personal /
del mundo, del universo /
y del sistema solar.
Les devuelvo el DNI...
Porque si en serio desean /
que aquí funcione la paz /
déjense de cachondeos
/ y pónganse, de verdad
/ a fabricar con las armas
/ bicicletas, panecillos,
/ conciertos al aire libre /
y tortas de mazapán.
Les devuelvo el DNI /
porque yo no quiero ir
/ donde me van a mandar /
con carné de identidad
/ pues aquí hay que empezar
/ a decir ya la verdad: /
que no nos gusta morir /
ni en Varsovia ni en la OTAN".
oOo
El Documento Nacional de Identidad (DNI) español se implantó oficialmente el 2 de marzo de 1944, mediante un decreto firmado por el dictador Francisco Franco. Sin embargo, su expedición no comenzó hasta 1951, en Valencia, cuando se entregaron los primeros documentos a ciudadanos seleccionados, entre ellos el propio generalísimo.
¿Había algo similar antes de la implantación obligatoria del DNI?
Sí, aunque no con la misma estructura y obligatoriedad.
Antes del DNI, en España había otros sistemas de identificación, como:
-La cédula de vecindad (siglo XIX - 1944): Documento municipal que acreditaba la residencia de una persona en una localidad.
-La cédula personal (1854 - 1943): Un documento obligatorio para varones mayores de 14 años, que también servía como impuesto de capitación.
-La cartilla de identidad (siglo XX, antes del DNI): Un documento emitido en algunas provincias, especialmente en tiempos de guerra, para identificar a los ciudadanos.
-Los pasaportes internos: Durante ciertos períodos (como el absolutismo y la Guerra Civil), se usaron salvoconductos y documentos de identidad provisionales para desplazarse dentro del país.
Antes del siglo XIX, la identificación dependía mucho de
documentos parroquiales y registros eclesiásticos (libros de bautismos, matrimonios y defunciones) y de documentos
expedidos para casos específicos (viajes, seguridad, impuestos),
pero no existía un documento universal para toda la
población.
El Consejo de Ministros y Ministras ha defecado el martes pasado un Real Decreto que regula el proceso de expedición, gestión y desarrollo del Documento Nacional de Identidad (DNI) no solo en su formato físico, sino también, y por primera vez en la historia universal desde que hay registros, en su versión digital, con lo que adapta el uso del documento a los nuevos retos digitales (monedero digital, euro digital, certificado sanitario digital...) y ofrece a la ciudadanía la posibilidad de disponer del documento de identidad en formato digital en el teléfono móvil, lo que puede facilitar su sodomización digital.
El DNI digital es un proyecto del Ministerio del Interior desarrollado por la Policía Nacional, en el marco del Plan de Identidad Digital, junto a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Gracias a la aplicación instalada en el móvil se podrá acreditar la identidad pública- y privadamente “con la misma validez jurídica que el DNI físico y las máximas garantías de seguridad”.
El móvil ya no es el teléfono individual e inalámbrico que servía para comunicarnos con los que estaban lejos, sino un elemento esencial de nuestra identidad personal, individual e intransferible, de ahí el miedo a perderlo o a que nos lo roben.
La rebeldía por parte de algunas personas contra la digitalización no es una rebeldía contra lo que subyace, que es el matrimonio indisoluble del Estado y el Mercado, sino solo contra su versión electrónica, por lo que no deja de ser una protesta baldía contra la modernización de las formas de control y de dominio, pero no contra el dominio y el control.
El DNI, que adquiere ahora su versión electrónica, modernizará y unificará la identificación de los ciudadanos españoles, siguiendo modelos ya implantados en otros países europeos. Pese a que el ciudadano se rebela en su fuero interno contra lo que le reduce a ser un número ("yo no soy un número"), cada vez es más cierta la sensación contraria, como demuestra la imposición del número de teléfono personal e individual que en la práctica sustituye ya al número de nuestro carné. La
esencia del dinero y de la identidad personal siguen incólumes tanto en
su forma física como electrónica, por eso sigue siendo pertinente la
canción de Labordeta con una ligera adaptación final: Les devuelvo el DNI / porque yo no quiero ir / donde me van a mandar / con carné de identidad / pues aquí hay que que empezar / a decir ya la verdad: / no queremos DNI /físico ni digital.
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