martes, 6 de febrero de 2024

Más policía

     El pasado 13 de enero de 2024 se cumplía el bicentenario de la fundación la Policía Nacional española, que nació hace doscientos años en 1824, celebrándose los fastos de dicho "acontecimiento de excepcional interés público" bajo el lema "comprometidos contigo". 

     Más policía en las calles, más caña, más leña al mono,  para que haya menos delincuencia, reivindican algunos, pero la relación es inversamente proporcional. La sociedad necesita crear delincuentes para poder enchironarlos y justificar las medidas extraordinarias en su lucha contra ellos. A los políticos les interesa que exista la delincuencia, no cabe duda de ello, como a los bomberos les interesa que haya fuego que justifique su profesión. Los políticos, por lo tanto, promueven una y otra vez la idea de inseguridad ciudadana, amplificada por la prensa, para que aumente el clamor popular que exija que aumente también el número de policías en la calle. 

    A fin de cuentas son puestos de trabajo que crean de la nada, y en un país donde hay tanto desempleo interesa que la gente esté ocupada. A los políticos y a los medios de (in)formación  les interesa crear la delincuencia para poder combatirla llevando a los delincuentes a la cárcel, que no deja de ser más que un espejismo de la falta de libertad general. ¿Por qué no acabaremos nunca con el terrorismo? Que se lo pregunten al matón-country-gringo, del país donde crece verde la yerba -green grows the grass. Porque no interesa, porque interesa que lo haya para poder declararle la guerra: war against terror. Si no hubiera terror, ¿a quién íbamos a declarar la guerra?

    Ya lo dijo nuestro Gracián, todo un clásico. Y ya se sabe: un clásico es un clásico porque es de lo más moderno:- ¿De qué sirven éstos en el mundo? -¿De qué? Hacen guerra a los enemigos. -¡No la hagan mayor a los amigos!. -¿Éstos nos defienden? Dios nos defienda de ellos. ¿Éstos pelean, destrozan, matan y aniquilan nuestros contrarios? ¿Cómo puede ser eso si dicen que ellos mismos los conservan? -Aguarda, yo digo lo que deberían hacer por oficio, pero está ya el mundo tan depravado que los mismos remediadores de los males los causan en todo género de daños. Éstos, que habían de acabar las guerras, las alargan; su empleo es pelear, que no tienen otros juros ni otra renta, y como, acabada la guerra, quedarían sin oficio ni beneficio, ellos popan -es decir: miman, cuidan, acarician-  al enemigo porque papan -esto es, papean, comen-  de él: ¿para qué han de matar los centinelas al Marqués de Pescara si viven de él?  

    A los estados democráticos les interesa que exista el terrorismo para poder tener una excusa que justifique combatirlo y que justifique la existencia injustificable, se mire por donde se mire, del terrorismo y de los propios estados democráticos.

4 comentarios:

  1. No estoy del todo de acuerdo, pero citando al magistral Baltasar Gracián, cualquiera te lleva la contraria.

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  2. Claro como el agua clara, porque ¿quién se atreve a criticar al Criticón cuando lleva más razón que un santo?

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  3. Seguro que mañana, en tu artículo diario, harás un homenaje a los guardias civiles muertos cumpliendo con su oficio. Y de paso a todos los guardias civiles asesinados cobardemente por los que hoy ocupan parte del parlamento. Y de paso a todos los que murieron por España, por la bandera y lo que ello representa, desde Blas de Lezo al gran Capitán, a cuya memoria se escupe hoy por el Gobierno Progresista llegando a la cumbre de la miseria organizando en la tele pública el programa el mejor español de la Historia, comparando a Colón con Belén Esteban.

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  4. Qué país, tú, qué país.

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