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martes, 16 de julio de 2024

"Sé tu mismo" (y te pagamos)

    Ucrania o, mejor dicho, el gobierno de ese país ha lanzado una campaña publicitaria de propaganda a fin de atraer voluntariamente reclutas a un ejército cansado y prácticamente derrotado. Es la nueva estrategia, nunca mejor empleada esta palabra de raigambre militar, que pretende que los propios ucranianos se enrolen en las filas del ejército sin necesidad de obligarlos a ello por la fuerza después de que la ampliación del servicio militar obligatorio haya hecho que miles de ucranianos se escondan en su propio país para no ser llamados a filas. 
 
    Intenta así el gobierno del actor mejor pagado de Jólivuz y títere de Guásinton, que no deja de sacrificar la vida de sus súbditos y que en abril redujo la edad de reclutamiento de 27 a 25 años, fomentar el alistamiento voluntario con un enfoque más, cómo no, personalizado, ofreciendo a los futuros soldados la opción de solicitar las unidades de destino y funciones específicas que más se adapten a sus habilidades e intereses. 
 "Sé tu mismo"

    "Elige tu propio camino. Escoge unidad y especialidad en el ejército ucraniano". El ejército ucraniano, que paga y paga bien, trata así de reponer sus filas ante la ofensiva rusa. Los carteles que han aparecido de la noche a la mañana en la capital ucraniana presentan una imagen positiva de los combates, como parte de la publicidad del Ministerio de Defensa para hacer más atractivo el reclutamiento, considerando que es preferible el voluntariado a la leva obligatoria. La obligatoriedad del servicio, en efecto, puede provocar como respuesta la rebeldía, la objeción de conciencia, la deserción y la insumisión como respuestas personales que pueden hacerse colectivas y poner en peligro la institución, mientras que cuando uno, engañado por el márquetin, se alista voluntariamente es más fácilmente manipulable. Lo mejor es que uno se obligue a sí mismo ya sea movido por el dinero que Occidente regala a manos llenas a Ucrania o sea ya por los cantos de sirena de la publicidad.
 
    Un ejemplo de uno de esos carteles dice: “Verano, UAV”, mostrando a un soldado que maneja un dron (Unmanned Aerial Vehicle o vehículo aéreo no tripulado) desde una silla de playa, con las botas apoyadas en la arena cómo si fuera un videojuego. No se trata solo de ir a la guerra, sino de conseguir la especialidad militar de dominar las tecnologías no tripuladas, la última modalidad de juguetes bélicos. 
 
 Aprende nuevas tecnologías
 
    Otro les asegura a los soldados que pueden “ser ellos mismos”. “Ahora tenéis la oportunidad de elegir un puesto para servir en el ejército. Olvidaos de vuestros miedos y dudas: ¡es hora de elegir vuestro camino!”. Se trata de solicitar empleo entre las distintas ramas militares, desde los marines hasta la inteligencia militar, y en distintas categorías de empleo, desde artillero hasta cocinero o jefe de prensa. Claro está que los puestos más apetecidos y populares no son los de combate en infantería, sino de los de oficina administrativa en informática, cocina y transporte, operación de drones, oficiales de prensa. 
 
    “Queremos ofrecerle a un soldado la posibilidad de elegir su propio destino”. Y a cambio de eso, te pagamos, que etimológicamente significa “te apaciguamos”, te damos la paz (para que hagas la guerra), y alcances, en el mejor de los casos, una muerte heroica, como le sucede a Mickey Mouse en Short Subject, este microrrelato animado, más conocido como “Mickey Mouse en Vietnam”, donde el ratón se alista para conocer mundo y viaja hasta el sudeste asiático, un cortometraje animado de temática antibélica de 1969 dirigido por Whitney Lee Savage, que dura poco más de un minuto y que en ese breve lapso de tiempo lo dice todo. 
 

    No hay que perder de vista el significado original de nuestra palabra 'soldado': que cobra un sueldo, palabra que procede del adjetivo latino solidus -a -um 'sólido”, como se denominaba a una moneda de oro, propiamente moneda consolidada, sólida (a diferencia de las demás que tenían un valor variable). En la Edad Media 'sueldo' era el nombre de una moneda, como informa Corominas, cuyo valor coincidía con la paga de un soldado, de ahí la soldada o paga militar (que luego se convertirá en la paga del criado), y por último en el sueldo, salario o estipendio de cualquier trabajador. En la lengua del lacio la expresión stipendia merere, que significa literalmente 'cobrar el estipendio', era la forma de  decir “hacer el servicio militar”.