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miércoles, 3 de febrero de 2021

Mi nombre es Nadie

-Cíclope, me has preguntado mi nombre propio y yo mismo / te lo diré; pero dame el presente, tal prometiste: /  Nadie tengo por nombre. Y Nadie me llaman a mí mi / madre, mi padre y todos los otros, mis compañeros. 

Era la respuesta del taimado Odiseo, más conocido como Ulises, en el canto noveno de la Odisea al gigante Polifemo, que le preguntaba medio beodo al héroe homérico su nombre al mismo tiempo que le rogaba que por favor le sirviera más vino, y que él a cambio le obsequiaría con un presente para demostrarle su hospitalidad. Ulises le servía vino y emborrachaba al gigante, que se adormecía no sin antes reconocer que el vino, que él nunca había trasegado antes,  era "extracto de néctar y de ambrosía".     

 Odiseo/Ulises cegando a Polifemo

Pero el astuto héroe no le ha revelado su nombre propio, que es Odiseo, hijo de Laertes, sino que le ha dicho que se llama Utis, que en griego significa Nadie; "u" es la negación, no, como en utopía, y "tis" alguien (quis en latín): No-alguien, Nadie, Ninguno. No-body en las traducciones inglesas o Personne en las francesas.

En su origen Nadie no era una palabra negativa en castellano, sino positiva, digamos. Es una forma derivada del participio latino “natus –a –um”, que significa “nacido”. La forma “nadie”, procede del plural masculino “nati”. Corominas propone una frase como “homines nati non fecerunt”, que significaría literalmente “hombres nacidos no lo hicieron”. Si suplimos el sustantivo “homines” quedaría: “nati non fecerunt”. Este “nati” evoluciona a “nadi”, por sonorización de la oclusiva dental sorda intervocálica, y pasaría a “naid”, de donde la forma vulgar que todavía se oye “naide” y, como reacción contra el vulgarismo, nuestro nadie
 
Nada, por su parte, tampoco era palabra negativa, ya que procede de RES NATA “cosa nacida, el asunto suscitado en cuestión”. Así una frase como NON FACIT REM NATAM “no hace la cosa en cuestión”, se simplifica en el romance castellano: NON FACIT NATAM, de donde “no hace nada”; pero en romance francés sería NON FACIT REM: il ne fait rien.  Nada se dice en catalán "res", o sea, cosa.

Lo que en definitiva le estaba diciendo el héroe homérico, volviendo al más humano de todos los héroes homéricos porque de hecho no era un semidiós de origen divino, sino un hombre de carne y hueso, al cíclope Polifemo es que su nombre propio era cualquiera, podía ser cualquiera, con lo que le estaba dando a entender de paso sin pretenderlo también que detrás de cualquier nombre propio como el suyo, que no quería revelárselo, lo que se encuentra es el nombre común, la fosa común del anonimato, porque todos los nombres propios son en último extremo pseudónimos, reales pero falsos, como la propia realidad.


La respuesta de Odiseo/Ulises recuerda, cada cuatro o cinco años en época de elecciones en nuestros sistemas democráticos representativos modernos, el lema que apareció en los gloriosos años sesenta en los Estados Unidos, donde se proponía a Nobody (Nadie) para presidente, el mejor candidato sin ningún género de duda: Vota a Nadie, Nadie cumplirá las promesas electorales, Nadie escuchará tus problemas, Nadie ayudará a los pobres y desempleados, Nadie se preocupa por ti, si Nadie resulta elegido las cosas irán mejor para todos y cada uno. Nadie dice la verdad.