Poema de Karmelo C. Iribarren (San Sebastián 1959-...), titulado "Los espejos": un buen antídoto poético para todo narcisismo, egolatría o amor propio: el espejo doméstico nos dice que somos únicos; los otros, colocados estratégicamente en los escaparates y en los lugares públicos, revelan que somos uno de tantos, "uno más que pasaba por allí", como dice el poeta. ¿Cuál de ellos miente si es que miente alguno? ¿Mienten todos o no miente ninguno porque todos a su manera dicen la verdad?
No los domésticos, estratégicamente dispuestos para que te digan siempre lo que quieres oír, sino los otros, los que no tienen dueño, los de los bares, los de los comercios, los de los vestíbulos de hotel, esos son los que te dicen la verdad: que no eres nada, nadie, en realidad, sólo uno más que pasaba por allí.
Not to be reproduced, René Magritte (1937)