Un
fragmento del poeta griego Simónides de Ceo (19 West) se hace eco de
lo que considera la cosa más bella que cantó el poeta ciego de Quío, en
clara alusión a Homero, y nos cita un hexámetro del libro sexto de la Ilíada (VI, 146):
Ἓν δὲ τὸ κάλλιστον Χῖος ἔειπεν ἀνήρ· οἵη περ φύλλων γενεή, τοίη δὲ καὶ ἀνδρῶν.
Este es el verso más bello que dijo el hombre de Quíos:
"Como linaje de hojas, igual así el de los hombres".
Diomedes,
el hijo de Tideo, antes de enfrentarse con Glauco, le pregunta cuál es
su linaje, pues teme que sea de estirpe divina y no quiere luchar con un
dios por miedo al castigo de atreverse a tanto. Glauco le responde
entonces: “Vástago audaz de Tideo, preguntas cuál es mi linaje: / Como
linaje de hojas, igual así el de los hombres. / Unas tira a tierra un
viento, y otras el bosque / hace frondoso que broten y llega en sazón
primavera. / Tal el linaje del hombre, uno nace y otro perece.”
οἵη
περ φύλλων γενεὴ τοίη δὲ καὶ ἀνδρῶν.
φύλλα
τὰ μέν τ᾽ ἄνεμος χαμάδις χέει, ἄλλα
δέ θ᾽ ὕλη
τηλεθόωσα
φύει, ἔαρος δ᾽ ἐπιγίγνεται ὥρη·
ὣς
ἀνδρῶν γενεὴ ἣ μὲν φύει ἣ δ᾽ ἀπολήγει.
(Homero,
Ilíada VI 146-149)
Un libro sapiencial de los 46 que constituyen el llamado Antiguo Testamento de la Biblia de la Iglesia Católica llamado el Libro de la Sabiduría de Jesús ben Sirá, más conocido como el
Eclesiástico, que no el Eclesiastés, que es otro de ellos, hace una
comparación de la vida de los seres humanos -la generación de la carne y
la sangre- con las hojas de un árbol frondoso, que en el otoño se
desprenden de sus ramas -hojas secas, feuilles mortes- para dar
paso a otras que brotarán en la primavera de esas mismas ramas, en el
ciclo del eterno retorno de las estaciones del año, la misma comparación homérica: Como linaje de hojas, igual así el de los hombres.
Así se lee en la traducción de Nácar-Colunga, capítulo 14, versículo 19, del Eclesiástico:
Como las hojas verdes de un árbol frondoso, / que unas caen y otras
brotan, / así es la generación de la carne y de la sangre: / unos mueren
y otros nacen.
O en la versión de san Jerónimo al latín: sicut
et folium fructificans in arbore uiridi alia generat et alia deicit,
sic generatio carnis et sanguinis alia finitur et alia nascitur.