Tengamos en cuenta, lo primero de todo, que nadie de los que tenemos la nacionalidad española hemos nacido españoles. Uno no nace español, sino que se hace. Otra cosa es que por derecho de nacimiento si se viene al mundo en estas tierras cuando al menos uno de los progenitores es español se obtenga automáticamente la nacionalidad española, que es el vínculo jurídico que une a la persona física con el Estado español en este caso.
Pero aunque se tenga la nacionalidad española, no se es español todavía, porque para serlo cabalmente uno necesita haber adquirido la lengua española, cosa que sucede sin mucho problema en los primeros años de vida, o haberla aprendido si no es su lengua materna. Otra cosa es la escritura alfabética, es decir la adquisición de la letra, que según el célebre adagio pedagógico antiguo sólo con sangre entra, tanto su lectura como su escritura, lo que suele correr a cargo en nuestro país de la escuela primaria y secundaria obligatorias.
Pero si uno no ha nacido en España y quiere adquirir la nacionalidad española debe superar una prueba que no todos los españoles de hecho pasarían.
El examen de Conocimientos Constitucionales y Socioculturales de España (CCSE) corre a cargo del Instituto Cervantes, que lleva el nombre de nuestra mayor gloria literaria. El logo de dicho instituto es la letra más genuinamente española de nuestro abecedario, que es la Ñ de España y también la de coño, nuestra interjección más frecuente.
Si uno supera dicha prueba acredita poseer ciertos conocimientos sobre la Constitución Española y la realidad social y cultural de nuestro país, que es el requisito exigido por ley para todos aquellos que deseen solicitar la nacionalidad española.
No es un ejercicio extremadamente exigente: dura cuarenta y cinco minutos como máximo y se consigue el APTO respondiendo al menos a 15 de las 25 preguntas que se plantean. No se requiere, de hecho, saber leer ni escribir, porque si uno no está alfabetizado puede solicitar hacer la prueba oralmente, pero lo que sí es fundamental es el conocimiento de la lengua porque sin él malamente se podrían entender y responder las preguntas socioculturales que se formulan.
Si uno suspende, tiene otra oportunidad sin coste alguno añadido. La matrícula cuesta 85 eurazos. He aquí algunas de las 25 preguntas de uno de los exámenes realizados:
-La guerra de la independencia en España transcurrió entre los años...
a) 1936-1939 b) 1808-1814 c) 1701-1715
-La inspección y recaudación de los impuestos que gestiona el Estado corresponde a...
a) El Tribunal de Cuentas b) el Consejo Económico y Social c) la Agencia Tributaria
-El Principado de Asturias limita al norte con...
a) el Océano Atlántico b) el mar Cantábrico c) el mar Mediterráneo.
No todos los españoles podrían acreditar de hecho estos conocimientos básicos sobre la realidad sociocultural patria, y más de uno seguro que suspendía, conocimientos que, sin embargo, se imponen a todos los que quieran hacerse españoles.