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lunes, 14 de noviembre de 2022

Y el Óscar es para...

    ...Zelensky, que no iba a ser menos estrella de la sociedad del espectáculo, siendo como es un títere del tío Sam. Senn Penn, el astro rutilante de Jólivuz cuyas virtudes interpretativas son bastante notables, le ha hecho entrega al pésimo actor ucraniano de uno de sus dos Oscars. No sabemos si el que recibió por Mystic River (2003) o el que le dieron años después por Milk (2008).   Como su colega ucraniano, haciendo uso de su modestia, no quería aceptar un Oscar que no le correspondía, Sean Penn le dice: Cuando ganes (la guerra, se sobreentiende), me lo traes de vuelta a Malibú. 

  

    Por su parte, el presidente ucraniano le entrega a Sean Penn la Orden del Mérito de tercer grado, agradeciéndole su sincero apoyo a la causa de Ucrania en su tercera visita al país, y le asegura que la estatuilla del Óscar permanecerá en Kiev hasta el fin de la guerra, simbolizando la fe en la victoria. A continuación le lleva hasta el Paseo de los Valientes, donde varias lápidas recuerdan los nombres y fechas de visitas de los personajones famosos, generalmente dirigentes, de otros países que han apoyado significativamente a Ucrania. Allí figura una losa con el nombre de "Sean Penn", la fecha de su primera visita al país: 24 de febrero de 2022, y un inevitable código QR que informa sobre la biografía del personaje. 


     Allí dice solemnemente Sean Penn que hay tres lugares en el mundo de los que se siente más orgulloso: el lugar donde nació su hija, el lugar donde nació su hijo, y "este", dice refiriéndose a su propia lápida en el Paseo de los Valientes de la capital de Ucrania.

    Lástima que el ardor guerrero del actor y director cinematográfico, que se halla rodando en Ucrania un documental sobre la invasión rusa, no haya animado al dirigente y títere de Guásinton y de la OTAN a buscar una salida diplomática y pacífica, sino a ganar la guerra, es decir, a seguir empecinado en ella. Pero se entiende, si lo pensamos un poco,  porque de lo contrario a lo mejor perdía la ocasión de rodar su precioso reportaje sobre la guerra, una guerra que le hizo declarar en su momento que Ucrania era la punta de lanza para el abrazo democrático de los sueños (sic): "Si dejamos que luchen solos, el alma de Estados Unidos (Penn dijo "América") se habrá perdido".