Uno de los temas musicales que más versiones ha recibido es, sin duda, el Aleluya de Leonard Cohen. La versión más notable que conozco es la del misteriosamente desaparecido Jeff Buckley, una voz prodigiosa, capaz de los más increíbles registros, y una guitarra no menos prodigiosa. Disfrutemos de ella. Ya lo decía don Quijote: "Donde música hubiere, cosa mala no existiere". La música, como sabemos desde Orfeo, es capaz de resucitar a los muertos.
Se trata del poema “El
dios abandona a Antonio”, que escribió Constantino Cavafis en
1911, y que dice así en la traducción de Pedro Bádenas: “Cuando
de pronto, a media noche, se oiga / pasar invisible un báquico
cortejo / con músicas maravillosas, con vocerío- / tu fortuna
flaqueante, tus obras / fallidas, los sueños de tu vida, / que
salieron todos vanos, no los llores inútilmente. / Como dispuesto
desde hace tiempo, como un valiente, / despide, despide a Alejandría
que se aleja. / Sobre todo, no te engañes, no digas que fue / un
sueño, que tu oído te engañó; / no te acojas a tan vanas
esperanzas. / Como dispuesto desde hace tiempo, como un valiente, /
como te cabe a ti, que de una ciudad tal mereciste el honor; /
acércate resuelto a la ventana / y escucha conmovida, mas sin /
súplicas ni lamentos de cobarde, / como goce postrero los sones, /
los maravillosos instrumentos del místico, báquico cortejo / y
despide, despide a la Alejandría que tú pierdes.”
He aquí el texto
original de Cavafis: Σαν έξαφνα, ώρα μεσάνυχτ’,
ακουσθεί / αόρατος θίασος να περνά / με
μουσικές εξαίσιες, με φωνές— / την τύχη
σου που ενδίδει πια, τα έργα σου / που
απέτυχαν, τα σχέδια της ζωής σου / που
βγήκαν όλα πλάνες, μη ανωφέλετα θρηνήσεις.
/ Σαν έτοιμος από καιρό, σα θαρραλέος, /
αποχαιρέτα την, την Aλεξάνδρεια που
φεύγει. / Προ πάντων να μη γελασθείς, μην
πεις πως ήταν / ένα όνειρο, πως απατήθηκεν
η ακοή σου· / μάταιες ελπίδες τέτοιες
μην καταδεχθείς. / Σαν έτοιμος από καιρό,
σα θαρραλέος, / σαν που ταιριάζει σε που
αξιώθηκες μια τέτοια πόλι, / πλησίασε
σταθερά προς το παράθυρο, / κι άκουσε με
συγκίνησιν, αλλ’ όχι / με των δειλών τα
παρακάλια και παράπονα, / ως τελευταία
απόλαυσι τους ήχους, / τα εξαίσια όργανα
του μυστικού θιάσου, / κι αποχαιρέτα
την, την Aλεξάνδρεια που χάνεις.
Comenta Pedro Bádenas en
nota a su traducción del poema que Cavafis sigue a Plutarco, que
narra la última noche de Marco Antonio en la ciudad que fundó
Alejandro en el delta del Nilo. Tras la derrota de Accio, las tropas
de Octavio desembarcaron en Alejandría. Antonio comprendió que todo
estaba perdido. Dice el traductor: “El pasaje de Plutarco habla del
silencio en que estaba sumida la ciudad por lo que se avecinaba,
cuando se oyó un ruidoso cortejo dionisiaco que atravesaba la ciudad
en dirección a la puerta en que estaba el enemigo. Este prodigio se
interpretó como un signo inequívoco de que Dioniso (Baco)
abandonaba a su suerte a Antonio, quien gustaba de compararse con
Dioniso, lo mismo que Cleopatra con Afrodita”.
El verso de Cavafis μην
πεις πως ήταν / ένα όνειρο (No digas que fue
un sueño) le sirvió a Terenci Moix como título de una exitosa
novela que obtuvo en 1986 el Premio Planeta, y que tuvo su
continuación en “El sueño de Alejandría”.
¿Qué es lo que hace
Leonard Cohen en Alexandra leaving, la séptima canción de su
disco, Ten new songs (2001)?En primer lugar omite el título
de Cavafis “El dios abandona a Antonio” y la referencia al
personaje histórico que conlleva, y lo sustituye por “Alexandra
leaving”, que es la traducción inglesa de Aλεξάνδρεια
που φεύγει, si no fuera
porque le ha quitado una letra al nombre de la ciudad Alexandria
convirtiéndolo en Alexandra, con lo cual la canción de Cohen se
convierte -esa es la principal apropiación que hace- en la despedida del
cantante de una mujer. Ha personificado la ciudad convirtiendo a
Alejandría en Alejandra, y le dice adiós a esa mujer que se va y
que él ha perdido para siempre.
He
aquí la letra del homenaje que Leonard Cohen tributa al poeta griego Constantino Cavafis: Suddenly the night has grown
colder. / The god of love preparing to depart. / Alexandra hoisted on
his shoulder, / They slip between the sentries of the heart. / Upheld
by the simplicities of pleasure, / They gain the light, they
formlessly entwine; / And radiant beyond your widest measure / They
fall among the voices and the wine. / It's not a trick, your senses
all deceiving, / A fitful dream, the morning will exhaust- / Say
goodbye to Alexandra leaving. / Then say goodbye to Alexandra lost. /
Even though she sleeps upon your satin; / Even though she wakes
you with a kiss. / Do not say the moment was imagined; / Do not stoop
to strategies like this. / As someone long prepared for this to
happen, / Go firmly to the window. Drink it in. / Exquisite music.
Alexandra laughing / Your first commitments tangible again. / And you
who had the honor of her evening, / And by the honor had your own
restored- / Say goodbye to Alexandra leaving; / Alexandra leaving
with her lord. / Even though she sleeps upon your satin; / Even
though she wakes you with a kiss. / Do not say the moment was
imagined; / Do not stoop to strategies like this. / As someone
long prepared for the occasion; / In full command of every plan you
wrecked- / Do not choose a coward's explanation / that hides behind
the cause and the effect. / And you who were bewildered by a meaning;
/Whose code was broken, crucifix uncrossed- / Say goodbye to
Alexandra leaving. / Then say goodbye to Alexandra lost. (bis)
Y
una traducción al castellano para comparación con el poema de
Cavafis: De pronto la noche se ha tornado más fría. / El
dios del amor se prepara para partir. / Alexandra alzada sobre sus
hombros / Deslizándose entre los centinelas del corazón. /
Mantenidos por las simplezas del placer, / Alcanzan la luz, se
entrelazan informes / Y radiantes más allá de toda medida / Caen
entre voces y vino. / No es una trampa que engañe a todos tus
sentidos, /un sueño interrumpido que la mañana apagará. / Dile
adiós a Alexandra que se va. / Después dile adiós a Alexandra que
se pierde. / Incluso aunque ella duerma sobre tu satén, / Incluso
aunque te despierte con un beso, / No digas que el momento fue
imaginado; / No te rebajes a estratagemas como esa. / Como
alguien preparado mucho tiempo para que suceda esto, / dirígete
firmemente a la ventana. Bébelo. / Música exquisita. Alexandra
sonriendo. / Tus primeras promesas, tangibles de nuevo / Y tú que
tuviste el honor de su velada / Y que por su honor tuviste tu
sanación. / Dile adiós a Alexandra que se va, / Alexandra que se va
con su señor. / Incluso aunque ella duerma sobre tu satén, /
Incluso aunque te despierte con un beso, / No digas que el momento
fue imaginado; / No te rebajes a estratagemas como esa. / Como
alguien preparado
mucho tiempo para
la ocasión / Con total mando sobre cada plan que hiciste naufragar
-/ No elijas la explicación de un cobarde / Que se esconde detrás
de la causa y el efecto. / Y tú que te desconcertaste por un
significado, / Cuyo código estaba roto, crucifijo descruzado- / Dile
adiós a Alexandra que se va/ Después dile adiós a Alexandra que se
pierde.