Si insisten, me pongo
mascarilla ahora,
pero mordaza no voy a ponerme
que calle mi boca.
Maldigo el Estado
que nos acuartela,
que dice velar por nuestra salud
mientras nos apesta.
No estoy encerrado
por mi voluntad;
me estabularon igual que al ganado,
muy a mi pesar.
Me dejan salir
a que haga las compras,
pero no me dejan, niña, ir a verte,
y a besar tu boca.
Algunos dan palmas
y fuertes aplausos,
a encerrarse en casa como Dios manda:
la claque del teatro.
Por causa de un virus,
por culpa de un bicho
nos meten miedo en el alma y el cuerpo
y de él nos morimos.
Peor que la gripe
del año pasado,
esta, que es la actual, la que nos lleva
hasta el otro barrio.
Los amantes, René Magritte (1928)
Un virus muy malo
que mata a la gente,
peor que el virus coronado: el miedo,
peor que la peste.
Que use el cirujano
mascarilla y guantes,
que a nosotros, ay, maldita la falta,
niña, que nos hacen.
El cordero siempre
se cuidó del lobo,
no del pastor, que devoró al cordero,
ay, después de todo.
No tiene sentido
vivir así, mira,
que por querer librarnos de la muerte
perdamos la vida.
Aunque nos levanten
el confinamiento,
seguiremos en verdad encerrados;
no nos engañemos.
Fotografía de Gabriel Pérez-Juana (2020)
Por miedo a enfermar,
enfermé de miedo.
Por miedo a la muerte, sólo una idea,
de miedo me muero.