Internet
es tan importante que si alguien o algo no está en la WWW o Wide
World Web, lo que viene a ser el "entramado a lo largo del ancho mundo”,
es, sencillamente, que no existe, no es nadie ni es nada, por lo que ha
venido a ocupar el privilegiado lugar que tenía antes la televisión, que
daba entidad a las personas, transformándolas en personajes, y a las
cosas, convirtiéndolas en objetos de consumo, tal es el poder de la
publicidad entre los medios de formación, distracción y entretenimiento
de masas, con un
carácter más individualista por supuesto que la pequeña pantalla, que,
situada casi siempre en el salón o corazón del
hogar, acaparaba con sus imágenes la atención de toda la familia en
torno suyo como si fuese la llama del fuego de la chimenea.
¿Qué
quiere decir internet? Hay dos interpretaciones no muy diferentes entre sí sobre el engendro de la palabra. Ambas
coinciden en dividirla así: inter-net. La segunda parte está clara: net es la abreviación de network, o sea, red o trama en la lengua del Imperio. Sobre el
prefijo latino inter- que entra en
la composición del palabro hay dos interpretaciones: para unos es la
abreviatura de international, y para
otros la de interconnected. En cualquier
caso se trata de una red internacional e interconectada,
lo que viene a ser casi lo mismo.
La
palabra web que interviene en el acrónimo WWW remonta al protoindoeuropeo *webh-
con el significado de tejer (to weave, en la lengua del Imperio), y hoy
en día es el nombre de la telaraña y, por abreviación, de la propia RIU Red Informática Universal. En
alemán tenemos weben “tejer”,
pronunciado ['ve:bǝn].
En inglés
antiguo net es "malla, red que se usa para pescar, telaraña,"
también figurativamente, "lazo, trampa moral o mental," y esta
palabra está emparentada con el alemán Netz “red, redecilla, rejilla”,
ambas remontan del protogermánico *natjan que recubría la idea
originalmente de “algo que está anudado o atado, entramado”, y esta a su vez
remonta a la raíz protoindoeuropea *ned- que significaría "unir, atar,
ligar”.
Esta raíz que nos ocupa *ned- la tenemos en latín con vocalismo
/o/ en NODVS, que significa “nudo, vínculo”, y en su diminutivo NODVLVS.
De ahí vienen nuestras palabras nodo, nódulo, nudo, y sus
derivados y compuestos.
Con sufijo
/T/ la raíz *ned- aparece en el prolífico verbo NECTO “ligar, atar, unir, entrelazar”. La palabra
nexo viene, precisamente, de NEXVM, que es el participio de perfecto de ese verbo.
De
ANNEXVM, participio del verbo ANNECTO, tenemos en castellano el
cultismo anexo y la palabra patrimonial anejo; también los verbos
anexar y anejar, y en francés annexer, en italiano annettere,
y en alemán annektieren. Del verbo CONNECTO con el prefijo instrumental
CON- tenemos en castellano conexión
y conectar, (inglés to connect,
francés connecter, italiano connettere), por lo que la idea de "entramado en forma de red" ya está implícita etimológicamente en la palabra conexión, y en la desconexión o acción de desconectar, más aconsejable para nuestra salud mental, aunque no nos adviertan de ello las autoridades sanitarias.
Precisamente
la desconexión es lo que se impone
contra la idiocia imperante, y no una desconexión
ocasional en período vacacional o de fin de semana, para recargar la
batería a fin de poder seguir funcionando con toda impunidad como si no
pasara nada, sino en plena semana
laboral a ser posible siempre. Es más lo que se gana que lo que se
pierde.