Francesco Petrarca nació el 20 de julio de 1304 y murió un día antes de cumplir los 70 años, el 19 de julio de 1374. Gran poeta en lengua latina y toscana, reponsable entre nosotros de la introducción del hendecasílabo en la poesía culta castellana gracias a Boscán y a Garcilaso, fue sin duda uno de los primeros hombres modernos, inaugurador del renacimiento, del humanismo y del amor por la filología clásica.
Retrato de Petrarca, anónimo.
En un latín pulcro y esmerado escribió esta confesión surgida de lo hondo de su alma sobre la soledad preguntándose ubi sunt?: (Rerum Familiarum Libri VIII 7.19-20): ubi dulces nunc amici? ubi sunt amati uultus? ubi uerba mulcentia? ubi mitis et iucunda conuersatio?
¿Dónde están ahora los dulces amigos, dónde sus amados rostros,
donde sus halagüeñas palabras, dónde su entrañable y grata conversación?
quod fulmen ista consumpsit? quis terrae motus euertit? quae tempestas demersit? quae abyssus absorbuit? ¿Qué rayo fulminó esas cosas? ¿Qué terremoto las trastornó? ¿Qué tormenta las anegó? ¿Qué abismo las engulló?
stipati eramus, prope iam soli sumus. Eramos una piña, ahora estamos ya prácticamente solos.
nouae amicitiae contrahendae sunt. unde autem siue ad quid, humano genere paene extincto, et proximo, ut auguror, rerum fine? Hay que hacer nuevas amistades. Pero ¿dónde y para qué, una vez casi extinguido el género humano y muy próximo, según creo, el fin de las cosas?
sumus, frater, sumus — quid dissimulem? — uere soli? Estamos, hermano, estamos -¿a qué disimularlo?- verdaderamente solos.