Contra Copérnico y la evidencia de la Ciencia,
he sido condenado a sostener, igual
que tú, lector hipócrita, mi semejante,
hermano mío, igual que Atlante, aquel titán
que dio al Océano su nombre propio, el peso
inmenso de este mundo nuestro y bóveda
celeste sobre mi cabeza, espaldas y hombros,
que tan endebles son y apenas lo soportan,
con su inmensa gravedad y con titánico
esfuerzo, lo que me sume en el profundo hastío
del que colabora sin querer con el sistema
vigente de dominio, sosteniendo una
realidad que se nos impone siendo falsa
como la única que hay y verdadera,
por lo que sólo ya me queda la blasfemia