En vez de decir que tenemos un coach o coaching podemos decir un 'entrenador' o un 'entrenamiento', si la cosa va por lo físico, y si va por lo otro, por lo psíquico o espiritual, un 'mentor', resucitando el nombre propio de Méntor, personaje de la Odisea, consejero de Telémaco.
¿Qué necesidad hay de decir crowdfunding cuando disponemos de un precioso término grecolatino que es 'micromecenazgo', que utiliza el prefijo griego micro- 'pequeño' y el término mecenazgo, que deriva del nombre propio de Gayo Cilnio Mecenas, aquel consejero del emperador Augusto y patrocinador y protector de artes y artistas?
¡Que nos inundan de fake news a todas las horas del día y de la noche no es un secreto para nadie! No hace falta más que encender el televisor y sintonizar una cadena pública o privada, da igual para el caso, a la hora de un informativo. Sin embargo, siempre hemos dicho que todo lo que decían los medios eran 'patrañas', 'bulos', 'cuentos' y, en definitiva, 'cochinas mentiras'. No hace falta recurrir al inglés para dárselas uno de enterao y para que no lo entienda el vulgo a la primera.
Decir que tenemos un look tal o cual no nos ahorra más que alguna sílaba, habida cuenta del monosílabo de la lengua del Imperio británico que empleamos, cuando podemos decir como toda la vida se ha dicho 'aspecto' 'apariencia' y hasta 'cara' o 'tipo'.
En vez de hablar de vuelos low cost podemos decir 'baratos' o 'tirados de precio', si son muy baratos. La mayoría de las veces son tan baratos que cuesta más el tren o autobús de cercanías del aeropuerto a nuestro destino que el vuelo propiamente dicho al destino aeroportuario.
¡Cómo se ha impuesto lo de hacer las cosas on line cuando podemos decir tranquilamente 'en línea', usando la vieja palabra latina linea, que era el nombre de la fibra o hilo del lino -la cuerda que nos amarra y que marca la raya- y, sin embargo, cómo no ha cuajado o coagulado off line, que sería lo contrario, o sea, sin conexión, qué bendición, a internet o a otra red de datos!
¿Qué diferencia hay entre hacer running y ser runner, cuando puedes decir simplemente que eres 'corredor' y que sueles 'salir a correr', o si te empeñas en profesionalizarte, que practicas 'atletismo' y eres 'atleta', resucitando estas nobles y olímpicas palabras griegas?
¿Hay alguna diferencia entre ser single, como dicen algunos, derivado del latín singulus vía anglosajona, y estar 'soltero',como se ha dicho toda la vida, derivado de solitarius, que generó dos palabras distintas (soltero/solitario), además del plus de tener unos conocimientos elementales muy básicos de la lengua del Imperio de los que presumir?
¿Qué necesidad había de ningún sponsor cuando disponíamos del nombre propio convertido ya en común de 'mecenas', para hablar de un patrocinador, y no tener que recurrir al viejo nombre latino del padrino vía anglosajona (sponsor sponsoris 'fiador, garante', y coniugii sponsor 'el que da palabra de casamiento o de unión conyugal')?
¿Por qué nos empeñamos en decir y escribir week-end -yo sería más partidario, en todo caso, de escribir güiquén como se hizo con el güisqui- cuando toda la vida hemos esperado el 'fin de semana' (o 'finde', como lo abreviamos ahora) confiando ilusamente en que supusiera el definitivo fin de la semana laboral y no la vuelta a empezar de todos los lunes?