sábado, 22 de noviembre de 2025
Pareceres XCI
miércoles, 23 de octubre de 2024
Amor a los colores
-¿Qué va a decir Él? No va a reconocer que lo hace por la pasta, joder, aunque sea la verdad, porque defraudaría al equipo, tío, y a toda la peña. Él vende que lo hace por amor a los colores, pero vuelve a fichar por un contrato millonario con una cifra de muchos ceros por su interés personal. El club, la afición y el equipo le importan una mierda, o ¿no crees que sería capaz de fichar mañana mismo por el equipo contra el que se enfrenta hoy, y dejarnos a todos tirados y con el culo al aire?
-Son mercenarios. -Sentenció con solemne amargura otro tertuliano que no había abierto la boca hasta entonces. Y añadió: -Igual que los políticos, desengañaros (sic), colegas: No representan a nadie. Los únicos colores por los que se mueven son los del dinero.
sábado, 13 de julio de 2024
Contra el espectáculo del deporte y las olimpiadas
¿Qué beneficios nos reportan a nosotros, a ti, a mí, vulgares telespectadores o radioyentes, a cualquiera, los oros o bronces o los triunfos, en general, de nuestros más sobresalientes deportistas nacionales? ¿Qué nos importa que la Roja, que es como llaman los hinchas a la selección española de balompié, gane o pierda un partido por goleada o en la prórroga? ¿Acaso no rendimos un culto rayano en el fanatismo religioso a algunos deportistas por haber llegado a ocupar el puesto más alto en sus respectivas disciplinas? ¿No celebramos los triunfos de “nuestros” deportistas como si fueran propios nuestros y como si nos fuera la vida en ello? ¿En qué van a invertir los falsos fondos de su ilusión tantas personas que ahora se arrellanan frente al electrodoméstico a la hora que sea cuando concluya la retransmisión de la Eurocopa, que es lo que toca ahora, antes de las olimpiadas que vendrán irremediablemente después, y el inmundo tráfago de noticias que generan?
lunes, 20 de mayo de 2024
Olímpica mente
El código QR (abreviatura de Quick Response en la lengua del Imperio, por lo tanto Código de Rápida Respuesta) volverá a ser obligatorio, después de la pandemia, en la capital de la Francia si se desean realizar determinados desplazamientos durante la celebración del magno evento deportivo de la sociedad del espectáculo que se avecina, si Dios no lo remedia antes, de los juegos olímpicos.
Ya se ha definido una zona perimetral de seguridad, donde para circular será necesario presentar la credencial de este nuevo pase, que viene a ser como mostrar la patita blanca. El perímetro de seguridad se implementará una semana antes del inicio de los Juegos el viernes 26 de julio con su ceremonia inaugural a lo largo del río Sena para la que se espera una afluencia de unos 600.000 espectadores entre los que arracimarán en las orillas del Sena, los que se asomen a ventanas y balcones, los que se suban a las barcazas... En este momento se desplegarán alrededor de 45.000 agentes de policía y gendarmes -etimológicamente gentes de armas tomar- para garantizar la correcta implementación del sistema y evitar atentados terroristas, que es el miedo que tienen y que están infundiendo para justificar las medidas de control.
A partir de mediados de julio, los residentes deberán disponer de este pase para poder circular motorizados. En las zonas rojas, al ser las más cercanas al Sena, estos medios de transporte estarán incluso prohibidos. Se hará una excepción con los residentes y sus invitados, previa presentación del código QR correspondiente, asociado a un documento de identidad. Una vez que se ha conseguido entrar gracias a la exhibición del código en el perímetro -un perímetro que se define o justifica como antiterrorista-, uno tiene libertad de movimientos. El código QR podrá llevarse en el teléfono móvil o impreso, y deberá presentarse junto a un documento de identidad para que sirva como salvoconducto.
El deporte, aunque se practique en equipo, no deja de ser un ejercicio individualista de pura competencia y mercado, alimento del patriotismo más cerril, y en ese sentido es el enemigo del esfuerzo físico cotidiano, de la labor y tarea bien hechas. El cuerpo no nos exige sacrificios que lo arrastren a ámbitos comerciales ni a gimnasios, Olimpiadas.
El deporte reglamentado acaba con el juego libre y el ejercicio físico de los niños, que se convierte en deporte. Pero no hay que olvidar, ante el advenimiento de los Juegos Olímpicos que se celebran cada cuatro años y este año le toca a París, el carácter espectacular del evento, es decir, cómo sirven para fomentar el espectáculo televisivo y rellenar horas y horas de programación para entretenimiento de las masas.
Una vez publicada esta entrada, recibo de un lector que prefiere mantenerse en el anonimato, el siguiente comentario que, por mi parte, suscribo en su integridad, muy de acuerdo con su análisis, por lo que lo republico aquí en este lugar como si lo hubiera escrito yo mismo, con la advertencia de que no soy su autor, entrecomillándolo y destacándolo a la vista:
"Esa movilización festiva de la maquinaria de guerra mercantil, donde se despliegan en una amalgama las oportunidades de negocios, las grandes marcas patrocinadoras y la reserva espiritual de las viejas patrias, con una espectacular competencia y afán por superar las marcas y los tiempos a los que se entregan y condenan los cuerpos moldeados por los viejos símbolos del oro, la plata y el bronce y la gracia que el poder del Dinero les conceda y otorgue. Vencedores y perdedores darán curso y desahogo a la alegría, la tristeza y las lágrimas para que, por contagio emocional, haya espectadores que se identifiquen y se sumen a alcanzar metas o emociones en sus ámbitos laborales donde, sin tanto espectáculo, no habrá de faltar la condición especular que engrandece la existencia emocionante, esforzada, atlética y servil."
jueves, 28 de marzo de 2024
Culto al cuerpo (body building)
domingo, 24 de septiembre de 2023
Corpus sanum?
Al lado de la espuria enseñanza de la historia como interés de Estado, hay que poner el cultivo escolar de los deportes, con mucha más acrisolada tradición de neto interés de Estado, agigantado hoy en día hasta un extremo nunca conocido. Una vez más, doña Esperanza Aguirre, en la ya repetida conferencia, recomienda el deporte en la enseñanza, encareciéndolo nada menos que como «una excelente escuela de vida», primero porque «nos enseña a respetar un reglamento» y después porque «el deportista entrega siempre lo mejor de sí mismo sin escatimar esfuerzos ni sacrificios». Lo de que enseñe a respetar un reglamento bien se comprende en una adicta al liberalismo hayekiano, que no es capaz de imaginar más reglas que las de la pura y dura competencia, sin concebir que pueda haberlas no competitivas, como las de la lealtad, el socorro o la colaboración. Y en cuanto a que el deportista entrega lo mejor de sí mismo, ¿hay que pensar que lo mejor de uno mismo son las patadas, que es lo que entrega en el más popular de los deportes? Pero, además, ¡qué «humanidades», tanto ganar, ganar, ganar!, humano no es medirse con los otros hombres, sino ocuparse de las cosas. Finalmente, en lo que atañe a los esfuerzos y los sacrificios, siempre me ha parecido a medias incomprensible y a medias indecente que el vacío furor de ganar por ganar les lleve a algunos a tratar su cuerpo a latigazos, como si fuese su propio caballo de carreras. «Cuando el diablo no tiene qué hacer, con el rabo mata moscas», dice el refrán; «Cuando el santo no tiene en qué pensar —parafraseo—, se desuella la espalda a zurriagazos». Y, sobre todo, tan sólo una mentalidad totalmente aberrante puede considerar educativa y «de interés nacional» una asignatura que llega a dar lugar a situaciones como la de «partido de alto riesgo». (Rafael Sánchez Ferlosio: “Borriquitos con chándal” en “Pedagogos pasan, al infierno vamos”, incluido en “La hija de la guerra y la madre de la patria”, editorial Destino, Barcelona 2002).
-¿Para qué, me pregunto yo, tanta gimnasia, o educación física, como se prefiere llamar ahora? ¿Sirve para algo? ¿No sería mejor dedicar ese tiempo a las matemáticas, a la lengua, al inglés o a cualquier otra asignatura o disciplina más útil para el día de mañana?
-Claro que sirve para algo, y no poco, sino mucho: la educación física, el ejercicio físico sirve muchísimo para el día de mañana tanto como las matemáticas, la lengua, el inglés, o la "espuria enseñanza de la historia como interés de Estado", que dice Ferlosio, porque su objetivo es lograr que los niños no se descuiden nunca, que se cuiden desde bien pequeños para que cuando sean mayores no dejen de ser votantes y contribuyentes sanos y saludables que harán ejercicio físico hasta que les llegue la hora en que llame la Parca a su puerta, porque no se trata de esperarla uno sentado, llevando una vida sedentaria, sino un ritmo dinámicamente enérgico y activo.
jueves, 25 de mayo de 2023
Pareceres (XX)
96.- Sacrificar es según la Academia, en primer lugar: Ofrecer a una divinidad algo o a alguien en su honor, generalmente destruyéndolos o matándolos. Y en segundo lugar: Matar un animal, especialmente para el consumo. En aras del ideal que creemos que debe ser la vida, que es nuestra moderna divinidad, solemos sacrificar -es decir, hacer sagrada, o lo que es lo mismo para el caso, matar- nuestra propia vida cotidiana corriente y moliente. ¿Dispuestos a sacrificarnos por nosotros y por los demás? Resultado: dictaduras, brutalidad, campos de concentración y exterminio, conformismo, violencia, la historia universal en marcha.
97- NO A LA GUERRA. ALTO EL FUEGO. La gente no quiere la guerra. Ni siquiera los traficantes de armas, que sólo codician el dinero. Son las propias armas las que están pidiendo a gritos la guerra, o sea, una intervención humanitaria, en medio de esta tensa espera y silencio ensordecedor.

98.- El grafitero urbano deja su artística firma en la pared porque se considera, suponemos, un artista. Pero ¿qué dicen las pintadas, su obra? ¿Qué significan esos gritos en forma de garabatos? ¿Qué comentan las paredes? Su obra no es más que su firma. ¡El nombre del que lo escribió! Cuando uno se dedica a estampar su nombre propio compulsivamente por todas partes para afirmar así su personalidad, el refrán escolar reza: “el nombre de los burros aparece por todas partes”. ¿Qué dicen los jóvenes? Nada: sólo: aquí estoy yo: esta es mi firma: una celebración egoísta de mi individualidad masificada. Su firma no está ligada a ningún producto comercial: no es una marca de tejanos, por ejemplo: el único producto comercial es ellos mismos: Yo, Sociedad Anónima o, mejor, Sociedad Limitada.
100.- Nueva refutación del movimiento procedente de la antigua India milenaria, que viene a sumarse a la clásica griega de: El móvil no se mueve ni en el lugar en el que está ni en el que no está. Glosa de Nagarjuna: “El móvil que se ha movido ya no se mueve, y el móvil que va a moverse no se mueve tampoco todavía. ¿Dónde pues el movimiento del móvil que ya no se mueve o que todavía no se ha movido?”
martes, 7 de diciembre de 2021
CORPVS SANVM?
CORPVS SANVM: Ya lo dijo el poeta Juvenal en un verso que se convirtió enseguida en un proverbio: Mens sana in corpore sano,
que suele malinterpretarse. Los que más cacarean este latinajo lo hacen
enfatizando el hecho de que hay que cultivar por igual la mente y el
cuerpo, como ya preconizaba el sabio Aristóteles, que incluía la
gimnasia o educación física, con término más moderno, entre las
disciplinas fundamentales de la paideia antigua.
Han llegado incluso a acuñar las expresiones "deportividad" y "espíritu deportivo" como sinónimos de "resignación". Tomarse algo, generalmente una contrariedad, con espíritu deportivo o deportividad es como hacerlo "con filosofía", que se decía antaño, es decir, con resignación, que es lo que fomenta la educación: una actitud conformista ante la realidad que se nos impone, en lugar de ocuparse de las cosas para intentar mejorarlas.
Las apologías del deporte y de la educación física se hacen hoy día desde el punto de vista subjetivo y privado de la salud y el fomento de hábitos higiénicos, es decir desde la obsesión por el buen estado físico y psíquico que cada individuo debe procurarse por su propio bien, del que se le hace responsable, no ya por el bienestar de la comunidad, como se hacía en la antigüedad, cuando se pensaba que uno debía mantenerse en forma desde un punto de vista militar y entrenarse para defender a su patria y compatriotas.
No deberíamos considerar educativa la Educación Física, que nos convierte en esclavos de nuestros propios fines, como en aquellas preguntas que se formulaba el señor K. de Bertolt Brecht, que cito de memoria, si no recuerdo mal: -Todas las mañanas mi vecino pone música. ¿Por qué pone música? Dicen que para hacer gimnasia. ¿Por qué hace gimnasia? Porque, según dicen, necesita fortalecer sus músculos. ¿Por qué necesita fortalecer sus músculos? Porque, como el mismo asegura, tiene que trabajar para ganarse la vida. ¿Por qué necesita ganarse la vida? Porque, según he oído decir, tiene que comer... Tras enterarse de todo esto, el señor K. preguntó: -¿Y por qué come?

























