381.-
ESO. (Acrónimo de Educación -¡ojo!: no Enseñanza, que todavía era palabra con cierta nobleza- Secundaria Obligatoria). Se asombran los feministas bien pensantes y políticamente
corregidos del gobierno progresista de que los jóvenes españoles que han
padecido y padecen la ESO (ese
nuevo servicio militar obligatorio para ambos sexos) no hayan dejado
de ser machistas, y sean además de ESO, que ya es bastante castigo,
o por ESO mismo, unos analfabetos funcionales que no saben ni leer ni
escribir ni hacer la o con un canuto. Les han inculcado, además, una formación para la
ciudadanía que los ha convertido en unos perfectos idiotas: es decir
en futuros votantes y contribuyentes. Antaño nos adoctrinaron a otros con "Formación del Espíritu Nacional" o algo así, que venía a ser lo mismo que esto otro: imposición de ideas. Eso sí, a ellos les han
inculcado educación sexual en el instituto y antes en la escuela
primaria: les han dicho que antes de hacer-“lo” tienen que
ponerse el condón. Y algunos hay tan necios que se ponen el profiláctico hasta
para ir a hacer pis.

382.- Tolerancia cero. Hacer
oídos sordos es como hacer caso omiso o ningún caso. Algunos
intolerantes han resucitado la palabra “tolerancia” -casas de
tolerancia eran antaño las casas de putas que ellos frecuentaban
para soportar los yugos de sus uniones conyugales matrimoniales (hago
adrede el juego de palabras: matrimonio es conyugio)- para, acto
seguido, cuantificarla de "cero" y declarar la guerra a la
prostitución y a todo lo habido y por haber. Disfrazan así su
inveterada y añeja in-tolerancia con la expresión aparentemente más
amable de "tolerancia cero". Ahora les da por perseguir el puterío y la
putería callejeros que ha habido siempre: quieren recluirlos en
lupanares, volver a los prostíbulos regentados por madamas, macarras
y proxenetas. Por cierto, un proxeneta, como se sabe, es un alcahuete
o persona que sonsaca a una mujer para usos lascivos con un hombre, o
aquel que encubre, concierta o permite en su casa ese comercio carnal
a cambio de una parte de los beneficios económicos de la
prostitución, es decir, es un intermediario o macarra o, dicho
vulgarmente, un chulo de putas. ¡Qué distinto del próxeno de la
antigua Grecia, que era el anfitrión que recibía sin ánimo de
lucro a los extranjeros y les brindaba hospitalidad mostrando su xenofilia, que no su xenofobia!

383.- Mayormente
idiotas. La mayoría somos idiotas (yo
también en mi mayor parte, por supuesto, como todo hijo de vecino), tanto la mayoría de los muertos como la
mayoría de los que estamos presuntamente vivos todavía. Pero,
afortunadamente, la mayoría no es la totalidad, la mayoría no somos
todos, por lo que algunos, llevada la cosa al terreno personal, no siempre somos totalmente idiotas.
Algunos hay, aunque muy pocos a la sazón, que son la excepción que
confirma la regla y se salvan milagrosamente de la quema y de la
condenación general a la idiocia y a la idiotez de la mayoría. Este
idiotismo mayoritario consiste en un individualismo cerril que
cultiva gustos y opiniones personales sin percatarse de que todos
somos iguales y diferentes al mismo tiempo como dos gotas de agua: su lema es: un
individuo, un voto; su caldo de cultivo, la democracia, que es el
sistema de dominio vigente que nos imponemos mayoritariamente, tontos
que somos mayormente la mayoría de la población y de nosotros mismos.
384.-Paredes
que hablan a gritos. Verdades de Pero Grullo,
que a la mano cerrada la llamaba puño; verdades, pues, como puños
que denuncian las mentiras oficiales, expresión de la voz anónima,
desgarrada, del pueblo, que se rebela contra todas las ideas y contra
la imposición de la más poderosa de todas ellas, que es la de la
realidad misma, falsa como ella sola pero no por falsa menos real. Transcribo unos grafitos, escritos con letras capitales, como dicen que en la
Red equivalen a gritos por su tono exaltado o enfático. ¿DEMOCRACIA
ES LIBERTAD? NO ME HAGAS REÍR. JAJAJA. / NO TE CREAS LO QUE TE CUENTA
(frente a un instituto de educación secundaria, y lo mismo frente a una
iglesia) / DENTRO DE 40 AÑOS SERÁS FELIZ / ¿HAY VIDA EN MARTE? ¿LA
HAY EN LA TIERRA? / ¿HAY VIDA ANTES DE LA MUERTE? / SI CREES QUE
ERES LIBRE ES PORQUE NO HAS VOLADO LO SUFICIENTE COMO PARA CHOCAR
CONTRA EL MURO. / TU BANCO TE ROBA / LOS VERDADEROS DELINCUENTES
LLEVAN TRAJE Y CORBATA (O UNIFORME) / BALÓN>CUERO>BORREGOS>FÚZBOL
/ SOY LIBRE, PUEDO ELEGIR EL COLOR DE MIS BARROTES / ¿A QUÉ ESPERAS
PARA EMPEZAR A VIVIR? / HIPOTECA TU VIDA: MUERE / BIENVENIDO AL
ÚLTIMO DÍA DE TU VIDA / LA IMAGINACIÓN CONTRA EL PODER / SOLO LOS PECES MUERTOS SIGUEN LA CORRIENTE DEL RÍO .

385.-
Lo que nos une nos separa.
Circula en los repertorios de frases célebres suscritas por
grandes pensadores, intelectuales o poetas esta, atribuida a Neruda,
que me parece bellísima: “Que nada nos una para que nada nos
separe”. Buscando entre los versos y escritos de Neruda, resulta
que no encuentro la frase que todo el mundo le atribuye. Hallo otra
muy diferente que reza: “Para que nada nos amarre / que no nos una
nada”, dos versos del poema Farewell. Estos versos de Neruda
dan a entender que los lazos que nos unen no dejan de ser cadenas y,
por lo tanto, no dejan también de esposarnos: lo que nos une es lo
que a la vez que nos acerca nos ata: por ejemplo el matrimonio, o la
amistad, o la relación de pareja… La frase que se le atribuye a
Neruda y que parece ser espuria, (“Para que nada nos separe, que
no nos una nada”) podría parecer a primera y simple vista el
epitafio de un pobre hombre solitario que no conoció el amor ni la
amistad porque nunca arriesgó por temor a perder los sentimientos de
su corazón. Sin embargo, desde otro punto de vista, da a entender
que ya están unidos, y por eso dice (para que nada nos separe de la
unión que mantenemos), que nada nos una, lo que no resulta muy
lógico, pues si ya estamos unidos, ¿para qué pedir que nada nos
una? Sin embargo, ahí está la paradoja: lo que sentimos todos en el
fondo de nuestro corazón es que los lazos de unión (parentesco,
afinidad, familia) nos unen pero de esa misma forma nos separan al
unirnos. Quizá deberíamos reformular la frase del siguiente modo:
“Para que nada nos separe, que nada nos amarre”.
