jueves, 17 de abril de 2025

Nada del otro jueves

    Reza el refrán popular cristiano en verso: Tres jueves hay en el año / que relumbran más que el Sol: / Jueves Santo, Corpus Christi / y el Día de la Ascensión. Hay obviamente muchos otros jueves el resto del año, pero no son tan significativos como este trío desde el punto de la doctrina de la fe cristiana.

    El Jueves Santo conmemora la Última Cena de Jesús con sus discípulos, el lavatorio de los pies y la institución de la eucaristía, iniciándose con él el núcleo duro de la Santa Semana: el Triduo Pascual, los tres días más importantes de la Semana Santa: Jueves, Viernes y Sábado. 

 

 La Última Cena, Leonardo da Vinci (1495)

    La institución del sacramento de la Eucaristía o acción de gracias en la Última Cena parece una innovación paulina. Ya se ha dicho que Pablo de Tarso es probablemente el inventor del cristianismo y el primer cristiano, y el creador del catolicismo, en el sentido etimológico de la palabra: católico quiere decir universal. El toma una religión, el judaísmo, que era propia y específica del pueblo judío, y la universaliza, para lo que rompe con algunos preceptos judaicos como la circuncisión. Pablo de Tarso sustituye la circuncisión del prepucio por el bautismo. Gracias a él la religión cristiana abolió el mandato mosaico que era un obstáculo para la difusión del evangelio entre los gentiles que querían convertirse y rechazaban esa práctica dolorosa en un varón adulto. 

La circuncisión de Jesús, Parmigiano (c.1523) 

     Tal y como presentan Pablo y los evangelios la eucaristía no cuadra con el judaísmo que practicaba Jesús, una religión en la que no hay nada parecido a un sacramento. La eucaristía cristiana con la ingestión del pan y el vino como cuerpo y sangre de Cristo no cabe en el judaísmo, que no contemplaba ninguna teofagia o ingestión del dios. Al Jesús histórico no se le ocurrió fundar ninguna nueva religión distinta de la que él profesaba.

    Cedo la palabra a Antonio Piñero, que escribe: "¿Cómo se iba a presentar Jesús como prototipo de un mesías judío, un "domingo de ramos", para poco más tarde, al día siguiente, purificar el Templo, con lo que afirmaba su validez absoluta, y en la noche del jueves instituir un rito que rompía con todo el sistema expiatorio y sacrificial del judaísmo y que, por si esto fuera poco, estaba construido sobre y contra un tabú firme de los judíos, el tabú de no ingerir sangre?".  

  

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