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jueves, 27 de noviembre de 2025

Vuelve a Europa la vieja (y puta) mili

    Francia abolió el servicio militar obligatorio en 1997; España, en 2001; Italia, en 2005; Suecia, en 2010; Alemania, en 2011… Parecía entonces que se abría así un nuevo ciclo en este viejo continente. Pero no nos engañemos, en este nuevo ciclo, no se debilitaba ni desaparecía el viejo oficio de las armas, sino que se profesionalizaba más aún. Era el fin de la Guerra Fría y la inauguración de una Paz Caliente (en el sentido de armada), por lo que no supuso la reducción del ingente gasto dedicado a la fabricación y compraventa de armamento, dado que así se reforzaban las fuerzas armadas, lo que tranquilizaba a la juventud masculina europea. 
 
    En España se había hecho mayoritario el rechazo de la vieja mili gracias al movimiento de objeción de conciencia y a la insumisión. El balance que podemos hacer a día de hoy es muy distinto del que teníamos hace unos años. Hay mili en diez países comunitarios (Austria, Estonia, Finlandia, Grecia, Chipre, Dinamarca, Suecia, Lituania, Letonia y Croacia), además de los otros cuatro que no pertenecen a la UE (Suiza, Noruega, Ucrania y Moldavia). 
 
 
    Pero últimamente se vuelve a hablar y mucho de la necesidad de volver a los ejércitos de leva obligatoria. En 2011, como queda dicho, Alemania suspendió el servicio militar obligatorio. Ahora, el Gobierno federal introduce un "Nuevo Servicio Militar", basado inicialmente en la voluntariedad. A partir del 1 de julio de 2027, sin embargo, todos los hombres de una misma cohorte -curioso término este que de designar una unidad táctica del antiguo ejército romano ha pasado a denominar significativamente cualquier conjunto, número o serie-  deberán presentarse a la revisión obligatoria —las mujeres podrán participar de forma voluntaria. Si la situación de seguridad se agrava o faltan voluntarios, el Gobierno podrá, mediante un reglamento que apruebe el parlamento, decretar, ya está previsto, el servicio obligatorio, reactivándose, digitalizándose y modernizándose el sistema de reclutamiento..
 
    Ya se preparan decenas de miles o centenares de miles de soldados puestos en los frentes para que sirvan de carne de cañón. La puta mili volvió a Europa en 2017, tomando vuelo en 2022, y amenazando con agudizarse en los años venideros. Lituania, que reintrodujo el servicio militar obligatorio en 2015 tras la invasión rusa de Crimea, quiere extenderlo e incluir a las mujeres. Finlandia está en esa misma tesitura. Letonia reintrodujo la mili en 2023. Serbia y Croacia han anunciado su restitución. Suecia ya lo había hecho en 2017. 
 
 
 
    Hay países que, como Italia o el nuestro, si lo hacen, se enfrentarían a un importante sector de la opinión pública. De hecho nos dicen que no volverá el servicio militar obligatorio a las Españas. El Ministerio de Defensa ha impulsado charlas de captación a estudiantes de secundaria, bachillerato y FP ante la caída de las solicitudes para ingresar en las Fuerzas Armadas, pero echa en falta “más difusión en programas de televisión y charlas” para poder llevar a cabo un “reclutamiento inteligente”(?), es decir, se empeñan en una labor pedagógica de captación de reclutas. Según los datos del Observatorio de Vida Militar España cuenta con 2,4 soldados profesionales por cada 1.000 habitantes, mientras que lo habitual en la Unión Europea es 3,6, y en los países de la OTAN es de 6 por cada millar de habitantes, y debería alcanzar el máximo número de efectivos en activo, ya previsto en la Ley de Carrera Militar, que sería 140.000.  
 
    Pero el debate del retorno de la vieja (y puta) mili toma visos de seriedad en Reino Unido, Francia, Bélgica… En Alemania, el ministro de Defensa, ha sostenido que “no hay capacidad de defensa sin servicio militar obligatorio”. Las últimas noticias sobre una mili voluntaria y bien pagada en Bélgica y Alemania están en las mismas coordenadas de la vuelta de la conscripción obligatoria. 
 
    Parece cosa seria porque, de seguir así, afectará a las vidas de futuros reclutas que hoy están en los jardines de infancia y en las aulas de primaria y secundaria. Es serio porque el retorno de la puta mili se fundamenta en el discurso del miedo, con la exaltación de las retóricas belicistas, señalando las amenazas del expansionismo ruso, pero lanzando contra él otras amenazas preventivas, y obviando la responsabilidad de los países de la OTAN en la escalada armamentística y en el riesgo de guerra nuclear, mientras se margina a la sociedad civil de un proceso de toma de decisiones que, por cultura de paz e incluso por pura humanidad y por instinto de supervivencia, debería sustentarse en la resolución pacífica de los conflictos. El retorno de la mili no detendrá la guerra; solo nos acerca más a ella.

jueves, 23 de mayo de 2024

¿Volverá la puta mili?

    Los vientos de guerra que soplan en la vieja Europa hacen que algunos gobiernos, que callan como putas ante la matanza israelí y que suministran armas a Ucrania, los más descaradamente atlantistas y belicistas, que es lo mismo que decir los más pacifistas o convencidos aristotélicamente de que la paz es la finalidad de la guerra, planteen la propuesta obscena de reintroducir el servicio militar obligatorio a fin de preparar a las nuevas generaciones para servir al imperialismo falsamente humanitario de Bruselas y de Guásinton.
 
     Ahora mismo, hay trece países en Europa donde la leva es obligatoria para varones: Austria,  Chipre, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Grecia, Letonia, Lituania, Moldavia, Noruega, Suecia,  Suiza y Ucrania. En el caso de Noruega y Suecia es obligatorio también para mujeres, lo que supone que para su desgracia en este caso no están discriminadas sexualmente, y Dinamarca se lo está planteando. En los países escandinavos, sin embargo, la leva militar no es general y por lo tanto no se puede hablar de reclutamiento forzoso, porque sólo son reclutados los que no plantean objeción de conciencia, y las plazas que se convocan se cubren con 'voluntarios'.  
 
 
    No me extrañaría nada que también al gobierno progresista y atlantista español se le ocurriera re-introducir la vieja y puta mili en el ruedo ibérico, abolida en 2001. ¿Se le ocurrirá a nuestro monarca, el Jefe del Estado, que posee el empleo militar de Capitán General del Ejército de Tierra, de la Armada y del Ejército del Aire, máximo rango militar que le corresponde en exclusiva como mando supremo de las Fuerzas Armadas, disponer que se envíe a los jóvenes súbditos, incluidas las jóvenes súbditas, no faltaría más, que ahora somos muy igualitarios, al frente para sacrificarse idealmente en abstracto por la Democracia y los Derechos Humanos? 

    Nuestra ministra guerrera, preguntada sobre el particular, responde defendiéndose: No, no volverá el servicio militar obligatorio en absoluto. A nadie se le ha pasado por la cabeza.  Por ahora, España tiene suficientes candidatos y candidatas para cubrir los puestos que ofrece en el ejército. Ahora bien, si el gobierno se comprometiese a aumentar el número de efectivos, la situación podría cambiar, como está ocurriendo en muchos ejércitos europeos, que se encuentran con que el número de voluntarios o profesionales no basta para cubrir las plazas vacantes.
  

 
    La abolición del servicio militar obligatorio que en España se produjo en 2001 fue uno de los pocos logros de los últimos años, teniendo en cuenta que dicha obligación condenaba a los jóvenes a echar a perder un año de su vida en el servicio a las armas en los cuarteles, aunque algunos antimilitaristas ya advertimos que era un logro envenenado, dado que conllevaba la profesionalización del ejército y la introducción ¿voluntaria? de las mujeres en sus filas so pretexto de no discriminación sexual, cuando aquello por lo que abogábamos nosotros era la desmilitarización de la sociedad porque civil se opone a militar como civilizado se opone, porque es lo contrario, a militarizado. 

martes, 21 de septiembre de 2021

Recuerdos de la mili

 Había en San Andrés del Rabanedo,

en tierras leonesas, un campamento,

el Centro de Instrucción y Reclutamiento

núm. 12, donde aullaba el viento.

Vega, sotos y montes, y entre el olmedo

río que fluye y trae, vivo, el recuerdo

  de las voces de mando de los sargentos

de las que apenas se oyen lejanos ecos.

Cae ahora la nieve. Cunde el silencio.

Sobre los fríos páramos, vaho el aliento.

En la noche estrellada, tú solo dentro

de guardia en la garita del universo.


¿Qué al Ferral del Bernesga hoy te ha traído?

¿Qué en estos andurriales se te ha perdido?

Fuiste a servir al Rey y ya has cumplido.

Ya juraste bandera, y soldadito,

ya te has incorporado a tu destino.

Y ha pasado ya un largo cuarto de siglo:

todo ha cambiado y sigue siendo lo mismo.

Líbrate del soldado que eres tú mismo,

líbrate del cuartel que va contigo,

donde, si te descuidas, te matan vivo,

donde te hacen un hombre si no andas listo.

Húndete en la memoria del puro olvido,

líbrate de las patrias y patriotismos, 

vuelve a tu pura infancia como un chiquillo.