No es natural que un recién nacido desarrolle apego a su madre y al amante de su madre; por eso el Señor, sabiéndolo, ordenó: Honrarás a tu padre y a tu madre.
Se
considera que el apego es innato porque la mayoría de los niños
desarrollan el síndrome de Estocolmo, atrapados en el amparo
institucional de la Familia.
Y procedió Dios antes de la creación del mundo a decir: Fiat septimana! Et septimana facta est. Háganse los lunes, los martes... Y se hizo así toda la semana.
¿Hay alguna semana que no tenga viernes? ¿Hay alguna semana que no disponga del trampantojo anglosajón del güiquén o fin de semana, ese reiterado engañabobos?
En principio era el caos, y el caos era lo único que había antes del establecimiento del orden que resultó así, al fin y a la postre, más caótico que el caos.

Guerra de Troya... guerra fría, guerra contra el terrorismo, guerra contra los enemigos "invisibles" (pandemia y cambio climatico), y ahora la guerra comercial.
En
el programa electoral del gobierno figuraba, cuando el ministro se fue
de putas, la promesa incumplida de la abolición de la prostitución y la
alcahuetería.
Israel,
modelo de estado democrático y occidental, el oasis en medio del
desierto totalitario, bombardeó Gaza el sábado pasado causando 54
víctimas mortales.
No
puede abolirse el puterío sin joder el invento del trabajo asalariado,
pilar del sistema capitalista que sostiene y sustenta el propio gobierno
progresista.
La guerra necesita renovarse constantemente, por eso es fundamental la figura del enemigo, siempre en construcción permanente. No lo hay, así que se lo inventa.
En griego “idea” es apariencia: lo que una cosa parece, no lo que es. Es una hipocresía guardar las apariencias, que son las máscaras o antifaces de las cosas.
¿Hasta cuándo abusarán de nuestra paciencia, Catilina, siglos, años, meses, semanas, días, horas, minutos y segundos tanto pasados como presentes o futuros?
Cibernauta en el ciberespacio: Navegando sin llegar a buen puerto nunca, moderno Ulises a la deriva, náufrago que va a pique en las aguas procelosas de la Red.
Antes nos perdíamos y hablábamos con la gente, íbamos más o menos donde queríamos, ahora con embargo vamos sin darnos ni cuenta donde nos lleva el algoritmo.
Al Poder, igual que a la filosofía y a la Iglesia, que son cosas muy serias, no les gusta mucho el humor, mas por eso mismo florece por doquier la risa popular.
La información, cuarto poder del Estado trinitario crea la opinión pública, aviva el miedo que da pábulo al militarismo, el rearme y a los Señores de la Guerra.
Así como muere el monarca para que pueda seguir viviendo la monarquía, y a rey muerto, rey puesto, muere ahora el sumo pontífice para que viva el pontificado.
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