Cuando alguien dice "aquí va a haber algo más que palabras", hay que echarse a temblar y temer lo peor, porque amaga con ponerse a repartir hostias como panes.
Si se propone que hay que pasar de las palabras a la acción, o de la teoría a la praxis, como postulaban los marxistas, hay que ver adónde quieren conducirnos.
Los hechos no son nada sin los dichos que dan cuenta y fe de ellos, y los dichos no son nada sin la ficción realista de los hechos que ellos mismos configuran.
La ocasión, igual que la oportunidad, no se crea, se aprovecha cuando se presenta asiéndola por los pelos del copete porque, por detrás, la pintan calvorota.
Un trímetro yámbico proverbial de Sofoclés sentencia así sobre las creencias: lo que real se cree se impone a la verdad (τό τοι νομισθὲν τῆς ἀληθείας κρατεῖ).
El reconocimiento médico palpable del paciente presencial se ha convertido en un anacronismo, lo único que el médico palpa ahora es su ordenador, su vademécum.
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No hay armas defensivas: todas son ofensivas porque las armas no están para que las utilicemos, sino para utilizarnos: no nos van a defender, sino a matarnos.
El libro de Thomas Szasz El mito de la enfermedad mental, publicado originalmente en inglés en 1950, resume bien en el propio título la tesis del psiquiatra.
Con el apagón (blackout en la lengua del Imperio) celebrado en la península ibérica el 28 de abril se logró reducir el dióxido de carbono de efecto invernadero.
El médico generalista pronostica que su paciente morirá; su pronóstico es una sentencia de muerte; el especialista sabe de qué va a morir y certifica su deceso.
Qué manía más ridícula les ha entrado a algunos compatriotas de usar diminutivos a troche y moche para minimizar las cosas alargando infantilmente las palabras.
Dijeron que no cabía la más mínima duda y le cerraron la puerta a la incertidumbre, dejándola, desgraciadamente, fuera del recinto hermético de sus certezas.
Hay quien cuando habla de libertad piensa en libertad de mercado y de consumo, en lugar de pensar en liberación de, entre otras cosas, el mercado y el consumo.
El verde de la green economy no es el de la clorofila y la ecología sino el de los billetes verdes, los dólares, que constituyen en sí mismos un depósito de fe.
Una nueva emergencia calificada de química por una nube tóxica a raíz de un incendio en una nave industrial fomenta el confinamiento en localidades catalanas.
Las bases clientelares del Partido gobernante formaban una red cada vez más extensa e intensa de estómagos agradecidos, devotos votantes y fieles feligreses.
No siempre, casi nunca a decir verdad, sabe uno exactamente lo que quiere, pero casi siempre sabemos lo que no deseamos, que suele ser lo sabido y consabido.
El Ministerio de Transición Ecológica culpaba a las víctimas de la Gota Fría de no haberse tomado muy en serio las alertas de la DANA enviadas a sus móviles.
El mundo está orgánicamente organizado. ¿Quién lo desorganizará? El desorganizador que lo desorganizare buen desorganizador será, sin ningún género de duda.
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