L E C T U R A S

miércoles, 18 de junio de 2025

De la caída del pelo

    SI PIERDES EL CABELLO, NO PIERDAS EL TIEMPO. Reza el eslogan publicitario de una clínica que previene la caída del cabello. Como si lo peor que le pudiera pasar a uno fuera quedarse calvo. Como si fuera equiparable perder “cabello” y “dinero”, que es la epifanía del tiempo: perder el tiempo, perder el dinero en tratamientos y emplastos que no pueden evitar la caída inevitable de las hojas de los árboles caducos en otoño... 
 
  
    La fotografía muestra, en primer plano, la cabeza y el torso velludo de un hombre relativamente joven, ni guapo ni feo, sino todo lo contrario, mirándose al espejo como Narciso. Se lo ve, no obstante, preocupado y ensombrecido; se supone que por la entrada en la frente de una incipiente alopecia, que, a juzgar por la imagen, no se ve por ninguna parte: si el pavo este, que se le ve dotado de una generosa pelambrera, se preocupa ya tan pronto por la caída de su cuero cabelludo ¿qué deberíamos hacer nosotros, pobres de nosotros? 
 
    La propaganda insiste: VEN ANTES DE QUE SEA DEMASIADO TARDE. Añade: “Aquí sabemos tratar tu cabello, sabemos lo que necesita para mantenerse fuerte, sano y brillante”. Insisten en que son profesionales especializados “en detectar cualquier disfunción capilar -ojo al palabro 'disfunción', que recuerda a la eréctil, como si el cabello fuera un símbolo fálico- a tiempo y en poner las soluciones más eficaces.” 
 

     Parece que los clientes o destinatarios del mensaje publicitario son hombres jóvenes, como el mozo de generosa cabellera de la foto, pero no precisamente los que ya se están quedando calvos, sino los que quieren prevenir la calvicie. Por eso dicen: “Si encuentras cabellos en la ducha o en la almohada cada mañana -cosa bien trivial que le pasa a cualquiera-, si notas caspa, grasa o picores... ven. Estos pueden ser los primeros síntomas que te conduzcan a una calvicie parcial o total”. 
 
    Se trata, como siempre, de prevenir, de profilaxis. Ven si no quieres quedarte calvo, pero no nos dicen: ven si ya te estás quedando calvo parcial- o totalmente, porque en ese caso no hay más remedio que el implante capilar, que es otro cantar, -en realidad trasplante capilar, ya que el cirujano extrae los folículos pilosos de la parte posterior de la cabeza y los implanta en la zona receptora que se ha quedado calva, consiguiendo un aspecto muy natural y estético. Las clínica capilares nos ofrecen, dicen, en todo caso, un tratamiento personalizado, cómo no, “bajo supervisión médica”, es decir, bajo el ojo clínico de Dios que cuida de todas las personitas de sus clientes. 


    Los autodenominados “líderes mundiales en soluciones capilares” están al servicio de nuestro cabello: es decir, pretenden tomarnos, como vulgarmente se dice, el pelo, “saneando, oxigenando y reactivando el folículo”, es decir, encima con recochineo.

1 comentario:

  1. Fui al médico y le dije que me diera algo para conservar el pelo, y me dio una caja de zapatos.

    ResponderEliminar