El 20 de agosto del año del Señor de 2021, el entonces monseñor Robert Prevost Martínez, obispo a la sazón de Chiclayo y miembro del Directorio de Cáritas del Perú, hoy coronado como nuevo Papa por la intercesión democrática del Espíritu Santo, y autodenominado León XIV -en realidad Bergoglio II-, nos invitaba a pensar en la importancia de nuestra salud corporal -desentendiéndonos de la espiritual- y a prestarnos a las 'desinteresadas' campañas farmacéuticas y gubernamentales de vacunación en masa sin prescripción facultativa ni consentimiento informado, mencionando a su mentor Francisco Bergoglio, el que ha sido denominado "papa de los pobres" dentro de una iglesia ultrarrica, y su concepto narcisista de "acto de amor", que consiste en que uno debe salvar su propia vida antes de salvar la de los demás, lo que no sé, pero me parece a mí que se aleja un poco del mensaje evangélico cristiano aquel -¿no?- de que "todo el que quiera salvar su vida la perderá, y todo el que pierda su vida por causa de mí la hallará".
Escribía, y viene muy al caso, Henry Louis Mencken (1880-1956) que lo que había detrás del afán por salvar a la humanidad era casi siempre una falsa fachada que ocultaba el afán por gobernarla, y que el poder era lo que todos los mesías buscaban realmente, no la oportunidad de servir, lo que era cierto incluso para los piadosos misioneros que llevaban el evangelio a tierras extrañas (The urge to save humanity is almost always only a false-face for the
urge to rule it. Power is what all messiahs really seek: not the chance
to serve. This is true even of the pious brethren who carry the gospel
to foreign parts. “Minority Report: H.L. Mencken’s Notebooks” 1956).
"A toda la población de nuestra región Lambayeque quiero saludarles y quiero invitarles a todos a pensar en la importancia de cuidar la salud y quiero animar a todos a participar en las campañas de vacunación que se están realizando en distintas partes de la región.
Ponga su hombro. Es muy importante que todos hagamos ese esfuerzo para recibir la vacuna. Es algo que nos ayuda a nosotros mismos y es también un servicio a los demás porque así y solo así vamos a poder ir bajando el nivel de contagio, protegiéndonos de esa tercera ola que ya se está preanunciando.
Ponga su hombro, pues así todos ustedes se vacunen porque es de verdad un servicio muy grande, y como dijo el papa Francisco es un acto de amor, un pequeño gesto que significa muchísimo. Quiero saludarles en esta ocasión a todos los trabajadores de salud y especialmente en la GERESA, Gerencia Regional de Salud. Dios bendiga a todos ustedes y gracias por ese gran servicio".
Cuatro años después, el 8 de mayo del año del Señor de 2025, una vez coronado Papa, el nuevo vicecristo se dirigió a rezar a la Basílica de Santa María La Mayor, donde está enterrado su mentor y predecesor Francisco Bergoglio, y a depositar una rosa en su tumba. El hecho de que el anterior Sumo Pontífice eligiera esta basílica romana para el eterno descanso de sus restos mortales, lejos de las grutas vaticanas donde están enterrados la mayoría de los papas, ubicados bajo la basílica de San Pedro, singulariza aún más su pontificado progresista al mismo tiempo que favorecerá sin duda el turismo feligrés.
En el cónclave celebrado para elegir al sucesor del Papa Francisco en el trono de San Pedro, participaron 133 cardenales electores, de los que 108 habían sido nombrados por el propio Francisco durante su pontificado. Para ser elegido Papa, un candidato necesita obtener una mayoría de dos tercios de los votos de los cardenales presentes. En este caso, con 133 electores, se requerían al menos 89 votos para alcanzar la mayoría democrática necesaria. Según declaraciones de uno de los cardenales participantes que se fue de la lengua, Prevost "obtuvo mucho más de 100 votos". No fue, pues, el Espíritu Santo el que eligió al nuevo pontífice, sino el difunto Papa Francisco, que acabará seguramente subido a los altares en olor de santidad. (Carlos Douglas)
ResponderEliminarGracias por la noticia, Carlos.
EliminarEl afán de gobernar a la Humanidad les exige que tengan que salvarla, a costa de algún que otro safrificio, para tal menester, y no otro es el fin de tantos salvadores de la Humanidad como en la Historia ha habido; en el caso de los Papas su afán pastoril viene propiciado por esa unción del Espíritu Santo en el gran balcón contemplando a las ovejas expectantes, claramente por debajo y separadas de su pastor y obedientemente apiladas en su redil, lo cual es el sueño paradigmático que espera conseguir cualquier lider carismático y las grandes estrellas del espectáculo.
ResponderEliminar《Es normal que la izquierda atea alabe a Francisco más que las derechas creyentes: todas las ideologías de Occidente, desde el comunismo al wokismo, son neocristianismos que heredan algunos principios fundamentales del cristianismo: el amor, la solidaridad, la fraternidad, la esperanza, el despertar… En cambio la derecha, cuando se olvida del tradicionalismo cristiano que la amparó al principio, puede derivar en paganismo gélido, como ocurrió con el nazismo que según Umberto Eco fue un neopaganismo abierto, al igual que la antigua Roma, al ejercicio de genocidio》.
ResponderEliminarhttps://theobjective.com/cultura/2025-04-26/imperio-dios/
Por el Imperio hacia Dios.
Eliminar